♛ C U A R E N T A Y U N O✏

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Con un suspiro terminé de atender al décimo cliente de la jornada

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Con un suspiro terminé de atender al décimo cliente de la jornada. Era uno de esos fastidiosos, de los que le ponen pero a todo y quieren la calidad más excelente al precio más bajo. Tuve que convencerlo de que dar unos pesos más era conveniente si no quería verse obligado reemplazar sus palos de golf pronto y gastar el doble. Compró unos de gama media aunque ni un maldito gracias me dedicó. 

Me quedé reacomodando en la estantería los que el cliente descartó y Martina, que iba pasando por ahí, se detuvo a ayudarme porque era más que evidente que estaba desganada con la vida, al parecer el asunto de la universidad me iba a afectar unos días más de lo que pensé. 

—¿Todo bien? Hoy te he visto medio zombi.

—Sí, bien. 

—¿Segura? ¿pasó algo con mi hermano?

Recordé nuestro último encuentro unos días atrás, cuando mis ganas de salir del auto eran más grandes que el impulso de actuar con normalidad y me sonrojé.

Habían pasado cinco días desde eso y no habíamos tenido contacto, ni bueno ni malo. No presioné porque luego de enterarme de que Alicia pretendía irse —o que ya se había ido, no quedé muy segura al respecto y no quise preguntar— asumí que por lógica Andy la estaba pasando mal, o estaba atareado ayudando, o estresado, o como me había dicho que la Navidad y el veinticinco de diciembre estaría con sus abuelos y sus padres, pues estaría ocupado.

Esos días posteriores al lúgubre veintitrés, me dediqué a acompañar a Elías, a pensar en otra cosa que no fuera la universidad, a trabajar completamente dedicada para distraerme y escasas veces tomaba el celular para revisar si había mensajes... igual al final del día revisaba y no los había.

Además estaba el asunto de que con Alicia lejos, yo tenía el presentimiento de que el tener algo con Andy sería incómodo. Sé que de cierto modo era absurdo, pero había problemas entre mi mejor amigo y su mejor amiga, así que no podía ni imaginarme que Elías estuviera conmigo cuando Andy también llegara, visualizaba esa tensión y no me agradaba para nada... quizás si más adelante las cosas se enfriaban un poco, algo se solucionaría, pero de momento todo estaba fresco, Andy estaba ausente, yo no quería nada de problemas y Elías estaba muy dolido.  

Miré a Martina y recapacité en que me había hecho una pregunta y yo no había respondido. No se me hacía sencillo responder con sinceridad y el que ella me preguntase eso significaba que Andy no le había contado nada, así que no iba a ser yo la que lo hiciera. 

—No, todo bien. Es solo que recibí una mala noticia esta semana, nada trágico, solo estoy desanimada. 

—Eres muy extraña estando así —confesó con una sonrisa—, es la primera vez que te veo bajoneada.

—Me bajoneo con facilidad, acostúmbrate. La vez pasada estuve triste dos días seguidos porque mi serie favorita se acabó. 

La hice sonreír y eso me hizo reír a mí también. 

De una fuga y otros desastres •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora