Pasado

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Marceline tras dejar marcada la casa con su característico símbolo decidió volver a su casa.

Una vez que se encontró sola en el departamento teniendo por única compañía a su pequeño gato, comenzó a sentirse algo extraña, en su mente parecían más frescos que nunca los recuerdos de su pasado, seguramente se sentía así por la conversación que había tenido con Bonnibel la última vez que discutieron y ella mencionó a su madre.

Marceline provenía de un lugar muy frágil, factores que por supuesto contribuyeron a formar la excéntrica chica que era hoy.

Hasta la tierna edad de cinco años había vivido una vida realmente buena, en su familia compuesta por un padre, una madre y su hermana mayor, pero un día la madre de Marceline comenzó a actuar extraño, Marceline siendo tan pequeña poco entendía, fue ya siendo adulta que supo comprender lo que en ese entonces sucedía, la señora de la familia Abadeer, sufría de esquizofrenia, la cual detono fuertemente y la incitó incluso a hacerle daño a sus hijas, fue un día que reaccionó mientras estrangulaba a Marceline que supo que su cordura ya no existía más, no pasó mucho tiempo más cuando llevada por el temor de lastimar a su familia, se suicidó, se suponía que quien la encontraría sería el padre de las niñas, así lo había planeado, pero lamentablemente quien encontró el cadáver ensangrentado, fue la menor de los Abadeer.

Marceline se devastaba cuando recuerdos de esos horribles días azotaban su cabeza, y comenzaba a amortiguar todo aquello intentando recordar los buenos días con su madre, tocando aquella hermosa canción que le cantaba para dormir.

- Al jardín vayamos.... Vas a encontrar algo,

donde lo dejaste, pero al revés.... y cuando lo encuentres,

Ya descolorido De abajo es más claro
Al voltearlo verás

Todo se queda
Donde lo dejaste
Todo está ahí
Aunque cambiando... – unas débiles y delgadas lagrimas comenzaban a recorrer sus mejillas mientras su voz hermosa y perfecta continuaba entonando.

Muy poco tiempo después de que la madre fue sepultada, su padre comenzó a salir con otra mujer, y en menos de un año se volvió a casar, aquello genero un gran resentimiento en ambas hermanas que detestaban que su padre ni siquiera haya respetado el luto adecuadamente, Lenore, la hermana mayor de Marceline tomo una oportunidad para irse a España a estudiar, tenía 15 años en ese entonces, y Marceline quedo ahí, sola en una familia que ya no sentía suya, creció convirtiéndose en una chica de actitud distante y muy oscura cerrándose en un mundo llenado solo por libros, forjo una personalidad dura y una inteligencia soberbia, con 16 años ya estaba terminando la educación media, hablaba español, inglés y francés a la perfección y era diestra en cualquier instrumento, solo necesitaba un mes y se volvía una maestra, era un talento natural, pero poco fomentado, su padre fingía muy mal que aún le interesaban sus hijas. Marceline creció de esa manera, se formó mentalmente de una forma extraordinaria, su padre para mantenerla ocupada la obligaba a asistir a cualquier clase que hubiese, y debido a ello era que Marceline básicamente sabía de todo. Debido a que Marceline no tenía relaciones con otras personas pues era poseedora de una personalidad intratable no desarrollo oportunamente los aspectos emocionales, la falta de empatía dificultaba cualquier cosa en su vida que no fuera lógica, siempre estaba sola y entre libros o sus instrumentos, más específicamente el bajo, que sin lugar a dudas fue su favorito, de su hermana poco sabia, solo hace unos meses la había vuelto a ver, pues ella ahora vivía en EEUU y la fue a visitar aunque su verdadera razón de ir ahí era por su trabajo. En cuanto a su padre, desde que se casó con aquella mujer, se obsesionó con ella, como si quisiera comenzar de nuevo, dejando todo atrás, aun si eso significaba dejar en el olvido a sus hijas, y retomo su carrera política, pues antes de la muerte de su esposa era un diputado, pero luego lucho por la presidencia que finalmente obtuvo. Lenore nunca volvió y Marceline cuando cumplió 16 se marchó, tomo lo mínimo y simplemente abandono la mansión.

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