Capítulo XXII

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Capítulo 22

Junmyeon me llamó al día siguiente, me había olvidado de que Jongin lo había predicho, o tal vez yo no había tomado en serio la sugerencia. Cuando apareció su nombre en mi celular, casi me caigo de la silla, de pie, respiré profundo, atendí y, milagrosamente, soné calma.

"Sí, que bueno verte ayer... Sí, estoy bien... Sí, yo también cuento los días para Acción de Gracias... Sí, ningún problema, podemos salir el miércoles a las ocho... A mí también me cancelaron la clase de la tarde... Me parece perfecto."

Era una conversación normal, y sin embargo, se percibía un tono diferente, Junmyeon se reía con demasiado entusiasmo, parecía... nervioso. Preguntó más de una vez si de veras no me importaba salir tan temprano, es cierto que siempre había sido muy amable, pero este intercambio sonaba diferente, odiaba admitirlo, pero era probable que el beso actuado hubiera servido de algo, después de todo, por supuesto, ni lo mencionó, su buena educación no lo permitiría, tampoco nombró a Jongin, pero tanto él como el beso estaban ahí, suspendidos en el aire; echando chispas en los silencios cargados de electricidad, Jongin había estado en lo cierto, todo estaba saliendo bien, si alguna vez había tenido una oportunidad con Junmyeon, era ahora, no habría otra, esta era la oportunidad.

El lunes previo a Acción de Gracias, me encontré desviándome de mi camino del trabajo a mi residencia y encaminándome a Lotto, me dije que era porque quería contarle a Jongin que no se había equivocado, que su beso había resultado, solo quería darle las gracias, eso era todo, de ningún modo estaba yendo porque deseaba verlo nuevamente, tampoco porque él no me hubiera enviado ni un texto desde nuestra cita, a las tres de la tarde el lugar estaba desierto, mis suelas de goma pisaron silenciosamente los tablones del suelo, lo encontré haciendo inventario detrás del mostrador, no me sintió llegar.

–Hola –saludé mientras apoyaba los codos sobre la barra. Levantó la vista y su rostro se iluminó con una sonrisa ancha; de inmediato me alegré de haber ido.

–Hola, ¿dónde has estado? –dejó su libreta sobre el bar y me dedicó toda su atención. Mi sensación de alegría se incrementó al descubrir que había notado mi ausencia durante el fin de semana.

–Estuve trabajando las últimas dos noches, una en casa de los Jung  y otra cuidando a otros niños –necesitaba algo de dinero, en especial después de los problemas con mi auto.

–Me preguntaba por ti, vi a Baekhyun.

–Lo conoces, no acostumbra perderse la diversión.–Se hizo un silencio embarazoso. Aclaré mi garganta para proseguir.

–Vine a darte las gracias.

–¿Ah, sí? ¿Y por qué?

–Junmyeon, me llamó al día siguiente, y me está enviando mensajitos de vez en cuando.

–Bueno, ya lo tienes –sonrió nuevamente pero me pareció menos feliz que antes, o tal vez fuera mi imaginación, y mis ganas de que sintiera algo, algo que no fuera alegrarse porque las cosas estaban funcionando con Junmyeon–. Te dije que llamaría.

–Lo hiciste –asentí–. De acuerdo, gracias, una vez más.–Miró hacia un lado y a otro, como buscando algo de qué hablar.

–¿Tienes hambre? ¿Quieres una hamburguesa?

–Podría comer algo.

–Vamos –me llevó al fondo del salón y gritó por encima de la barra:

–¡Una Cyclone Monster y una orden de Fritas Picantes! Alguien respondió a gritos desde las profundidades de la cocina, atendiendo el pedido.

–Por favor, dime que toda esa comida no es para mí solo –dije, espantado, cuando se volvió para mirarme. Su boca se extendió en una enorme sonrisa y el corazón me dio un vuelco.

1. Kyungsoo I.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora