Cinco

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Los fans de Clarissa poco a poco fueron dejándome en paz

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Los fans de Clarissa poco a poco fueron dejándome en paz. Unos porque se cansaron y otros porque se dieron cuenta de cómo era esa señora.

Pasadas unas semanas del escándalo, por fin estaba viendo un poco de tranquilidad en el túnel de la fama. Lo que había aprendido es que definitivamente tendría cuidado las próximas veces al socializar con alguien del espectáculo. Esa gente tenía problemas.

—¡Nick! —Llegó Chase a la oficina de Rob. Era el lugar en donde más pasaba yo porque no tenía un lugar para mí. A Rob no le molestaba que estuviera ahí, así se volvió mi lugar también.

—¿Qué pasa, Chase? ¿Otra repentina invitación a mi fiesta? —pregunté riendo mientras afinaba una guitarra, había estado toda la semana intentando que aceptara ir a una fiesta que la disquera había organizado para mí en cuanto firmé el contrato. Sabía que en algún momento Andrew iba a aparecer a decirme que, aunque no quisiera tendría que ir, así que solo estaba disfrutando el momento de decirle que no a Chase hasta que me obligaran.

—No, en realidad tengo un mensaje para ti. Te lo voy a leer: «Querido Nick, te escribe Andrew. La fiesta es por y para ti, así que sé bueno y haz lo que te pido. Disfruta de la fiesta. Te envío ropa porque sé que sigues sin saber vestirte. Es una broma, no te lo tomes personal. Hoy es tu gran día y espero que te guste todo lo que preparamos para ti. Un abrazo. Tuyo sinceramente, Andrew».

—¿Qué le picó? —Yo solo levanté una ceja y Chase se encogió de hombros—. ¿Tuyo sinceramente?

—Está muy cariñoso hoy porque por fin logró firmar con alguien que le va a dar dinero. Debe ser eso —Chase comentó comiendo algo, cuando se dio cuenta que lo veía, pareció recordar algo y me entregó la misma caja—. Te compré una hamburguesa y olvidé que era tuya, me comí las papas fritas, perdón.

Me eché a reír y luego de comerme la hamburguesa, me fijé en la ropa que había enviado Andrew. No me disgustaba, pero no era lo que acostumbraba a usar.

Unos momentos después, Bee llegó a despedirse contando que ya había terminado con su trabajo del día. Chase dijo que iría a hacer algo de la fiesta, así que nos quedamos conversando y aproveché en preguntarle si iría, su respuesta fue negativa.

—¿No te gustan las fiestas? —pregunté, resultaba extraño teniendo a un tío como Andrew.

—Sé que suena extraño teniendo un tío como Andrew —pareció leer mi mente y solo asentí—, pero es que... no lo sé. No es que no me guste, no he ido a tantas. Pero me pongo muy nerviosa cuando hay mucha gente alrededor, además no conozco mucho a la gente que va y, ugh, todo esto empezó con mi ex novio, él... Fue una pesadilla —suspiró cansada, quería que me cuente qué pasaba por su cabeza, pero a la vez no quería presionarla. Ella había pasado por mucho y ni siquiera me había contado tantas cosas hasta ese entonces.

—Puedes contarme lo que quieras, ¿lo sabes? —pregunté tocando su brazo y ella solo asintió entendiendo que lo que decía era real.

—Sé que sí. Muchas gracias, Nick. Espero poder contártelo pronto. —Puso su mano encima de la mía y sonrió—. Por el momento solo prefiero no ir a esa fiesta y evitar otra crisis.

Luces, música y acciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora