Decimoséptima Gota

46 7 5
                                    

Tengo tanto tiempo que gestiono cuándo llorar, por haber perdido el tiempo y por haber llorado de más.

Tengo diecisiete puñales clavados y varas de fuego que atraviesan mis ojos, por haber hecho de mis sentidos, vista y oído sobretodo, partícipes de más de lo que me habría gustado.

Tengo 366 cicatrices en un brazo que resistió los golpes más fuertes pero que fue débil para llamar y salir corriendo.

Tengo una cicatriz que atraviesa mi pecho y que me recuerda las veces que he estado al borde, y también las veces que me he precipitado yo.

Tengo los ojos llorosos pero no salen lágrimas.
Tengo ganas de gritar pero no tengo voz, tampoco coraje.

Tengo el número de emergencias apuntado en la palma de mi mano pero mi peor emergencia soy yo y la urgencia de salvarme a tiempo.

Tengo el tiempo, pero no de mi parte.
Tengo un reloj que marca las horas que quedan para que un nuevo día empiece de nuevo, y un cronómetro roto porque siempre voy a destiempo.

Tengo mucho que contar pero todo pena.
Tengo historias que a más de uno harían llorar.

Tengo a personas marcadas a hielo, porque a fuego ya no se pueden grabar si te han chamuscado.

Tengo un pasado, como todos, y un futuro que me cuesta ver porque a veces me ciega todo, me ciego yo.
Tengo un futuro y a veces desearía no tenerlo.
Tengo tiempo y a veces desearía matarlo.
Tengo tiempo pero no tengo fe.
Y luego me preguntan por el sentido de la vida.

Tengo tantas cosas que al final sólo tengo vacío.

AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora