Capítulo 16: El acuerdo

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POV POCHÉ

Llamada telefónica*

-Pulga respira, no logro entenderte nada! 

-Poché faltan muchas cosas por definir, yo debería estar allá!

-¿De qué hablas pulga? Has torturado a Dani por dos semanas, todo está mas que listo.

-¿Puedo ir hoy? Poché di que si, por fa hermanita.

-No, ya hablamos de esto Vale. Enviaré el helicóptero por ti el jueves, así perderás solo un día de escuela; además no te preocupes todo saldrá perfecto de eso estoy segura.

-Aggghhh! Esta bien, esperaré.

-Sin berrinches, te veo el jueves. Te amo

*Fin de la llamada*

Conforme se acercaba el gran día, Vale estaba más histérica. -¿Por qué me metí en esto? - pensé varias veces durante estas ultimas dos semanas, pero algo estaba claro, mi pulga era feliz y además quien llevaba la peor parte definitivamente era Daniela quien estaba al frente de toda la organización. 

-Señorita Calle venga un momento a mi oficina por favor.

-¿En qué le puedo ayudar señorita Garzón? -preguntó Calle, entrando con el iPad en su mano, lista para tomar nota de lo que le dijera, como toda una buena asistente. 

-Necesito que arregle todo para que el día jueves el helicóptero de la compañía vaya a Miami por mi hermana, la quiero aquí por la tarde. 

-Listo señorita Garzón. ¿Algo más?

-Si, después de almuerzo aprovechando que no hay reuniones programadas, quiero un reporte de como van los preparativos de la fiesta. Ya faltan 4 días y quiero que todo salga perfecto.

-Como usted ordene señorita Garzón.

-Siempre -respondí con una sonrisa a la cual ella correspondió.

-Me retiro a hacer los preparativos para la llegada de su hermana, con permiso.

-Adelante -dije asintiendo con la cabeza, mientras la seguía con la mirada hasta el final.

Se veía preciosa sentada en su escritorio, no me cansaba de verla. Concentrarme en el trabajo parecía una tarea imposible, desde que volvimos de Miami. 

Pasaron unos 45 minutos  y ya era casi hora de almuerzo y aunque solo la tenia a un par de metros y podía verla desde el interior de mi oficina, sentía que la extrañaba como si estuviéramos a miles de kilómetros la una de la otra. 

Mientras la observaba descaradamente y sin reparo, noté que apagó su computador y tomó su cartera. -Fuck ya se va!

-Señorita Calle...

-¿Si?

-Venga un momento por favor. 

Apenas cerré el intercomunicador, Calle se puso de pie e ingresó como se lo había solicitado.

-Dígame señorita Garzón ¿para qué soy buena?

-Para muchas cosas, en realidad. -dije observándola de pies a cabeza minuciosamente..

-¿A si? ¿Como cuáles? 

-No me provoque señorita Calle -respondí con una sonrisa, poniéndome de pie y acercándome hacia ella. 

CON LAS GANAS | CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora