LOS GUERREROS DEL VOLCÁN

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La tienda de aquella familia que recibió a un cuarto miembro se hallaba en un silencio sepulcral; los bebés dormían apacibles, uno al lado del otro pero con los pies cerca de la cabeza del otro, simulando la danza del pez koi, envueltos con sus respectivas sábanas y los guantes escondidos entre los pliegues. Los padres, los contemplaban con tristeza y amargura, preocupados por ellos y el futuro que la vidente les dijo, incapaces de dormir, sabiendo que todo lo acontecido no sería sólo un mal sueño al despertar, sino una amarga realidad.

     - Médico y guardián... Lo esperaría de Eiji pero que una mujer logre tanto... – Susurraba la madre con miedo. – Le esperan muchas responsabilidades y retos.

     - Y un chico torpe la hará sufrir por amor... Cómo quisiera impedir eso. – Gruñó el mayor entre dientes y apretó los puños. – Pero Eiji no se queda atrás, como el maestro, no tendrá la oportunidad de ser un niño, ni siquiera dentro del clan.

     - Pero no me cabe duda de que mi hermana ya lo está cuidando, seguro lo está bendiciendo con un gran intelecto, podrá aprender muy rápido, estoy segura. Aunque me da curiosidad su luto prolongado, sólo espero que no sea por Chieko.

     - De nada sirve preocuparnos, lo dijo la vidente, es lo que les espera, no dijo nada de que podamos impedirlo. Lo único que podemos hacer como padres es darles la fortaleza y mucha felicidad, para que tengan recuerdos con los cuales sonreír y refugiarse en sus peores momentos.

     - Sí... No sólo tenemos a Chieko, Eiji ahora es nuestro hijo también, tenemos que ser fuertes por ellos, nos necesitan con una sonrisa. Ya perdimos a la niña que la vidente dijo que iba a terminar esta guerra antes de tiempo.

En ese momento, los niños comenzaron a moverse entre sus sábanas con unos ligeros bufidos de molestia, parecía que tenían pesadillas, los mayores estaban por tomarlos entre sus brazos para arrullarlos, pero con ponerse de lado, casi viéndose de frente, los niños consiguieron estirar sus manitas de manera inconsciente, pero apenas estas se rozaron, recuperaron la calma.

     - ... Unión... tal como dijo la vidente. – Lo pensó el padre rascándose la nuca. – Creo que también bastará con que estén juntos mientras crecen para decir que están bien. Vamos a dormir, fue un duro día para todos y todavía mañana habrá que despedir a Kana como se lo merece. – Le ofreció la mano a su esposa con dulzura.

     - Tienes razón. – Aceptó ella correspondiendo al gesto y lo siguió al espacio donde estaba su futón, no tardaron en acomodarse, y ella no tardaba mucho en quedarse dormida mientras se recueste en el regazo de su esposo.

     - ¿Kiseki? Eiji no puede ser homosexual ¿O sí? ¿Si lo es cómo va a ayudar a Chieko a restaurar el clan con otro hombre a su lado? – Todavía se angustió el mayor mientras sabía que su esposa seguía despierta.

     - Honestamente~ si Eiji puede encontrar a quien lo ame tal y como es~ no me importará si le gustan mujeres u hombres~ – Y con eso la mujer se quedó dormida.

     - ... – El hombre suspiró rendido ante la sabiduría de su esposa y miró a sus hijos una última vez. – Tienes razón. Si pueden ser felices, que sea con la persona correcta. – Terminó de arroparse con su mujer y esperó que el futuro de sus hijos pueda cambiar de alguna manera.

~~~

     - ¿Seguros que no quieren dormir en camas separadas? – Preguntó Randy al dúo que vivía con él, mientras terminaba de ver que los tres permisos para ir a la excursión estuviesen firmados.

     - Hemos dormido juntos desde que somos unos recién nacidos, o eso decían nuestros camaradas del clan hace siglos. – Dijo Eiji terminando de deshacer un nudo en su cabello. – Y así se quedará hasta que uno o el otro tenga pareja.

El Trío TotalWhere stories live. Discover now