La Odisea De Yunyun

01: Un Buen Dia

Se despierta al sentir como la luz de los primeros rayos de sol de un nuevo amanecer a través de la ventana molesta sus ojos.

"Hoy será el día"- se decía a si misma con gran espectativa al creer que quizá por gracia de los dioses hoy sería el día en el que encontraría finalmente un amigo.

De camino al gremio caminaba alegremente cuando, -ouch- choco con alguien y cayó sobre su suave y esponjoso trasero.

No se molestó en buscar con quién choco se sacudió un poco y siguió su marcha.

Un poco sucia llegó al gremio a hacer lo que había hecho durante las últimas semanas.

Ilusionada con las cartas que cierta amiga le enviaba de grandes aliados con los que iba de épicas y fantásticas aventuras.

Soñaba con conseguir aliados así, luchar hombro con hombro contra feroces demonios y arriesgar la vida por quién ella llamaría con orgullo... Amigos.

Una vez en el gremio.

Se sentó en la misma mesa, pidió lo mismo de siempre y puso el mismo cartel.

"Se buscan integrantes para formar equipo y salir de aventuras"

Quizá era demasiado simple pero en su mente no había forma más clara y precisa de explicar lo que ella deseaba.

Las horas pasaban, está vez no estaría aburrida.

Había traído un tablero de ajedrez que siempre la acompañaba en sus momentos de soledad.

Unas horas después.

Parece que hoy no será el día eh, pensó pero no por eso se desánimo.

Era de tarde es hora del plan b.

Compro algunos dulces y fruta, era los que había comido desde niña.

Creía que era lo que había hecho que su cuerpo sea así, comparado al de cierta amiga que no se alimentaba como ella quisiera.

Llegó alegremente con una carreta llena de regalos a la mansión de su querida rival.

Quizá con esto su problema de planicie se solucione pensó.

"Hola?, Traje regalossss"

30 minutos después.

Parece que están en alguna misión pensó la maga con un rostro que trataba de no caer en depresión.

Debo ser fuerte, pronto conseguiré aliados y saldremos de aventuras épicas.

Debo volverme más fuerte.

De inmediato dejo los regalos en una habitación que había alquilado.

Se dirigió fuera de la aldea, a tratar de eliminar este sentimiento de tristeza que cada vez más se hacía sentir en su corazón.

En su habitación luego de haber agotado casi toda su magia en monstruos que no tenían nada que ver con su misión.

Se preparo para dormir, pensando.

-Será mañana estoy segura.

Era el mismo pensamiento que ocupaba su mente los últimos dias antes de dormir...

Sin saberlo una lágrima muy pequeña salió de su rostro y se durmió.

Mañana será el día.

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