∆×11 ¿Así ves el mundo?×∆

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Lo prometió y lo cumplió como si realmente fuese alguien responsable, solo para aquello que le resultase conveniente.

- ¡Sé que aún es algo temprano pero hace frío allá afuera! -aturdió el aura en mi habitación, entrando por la ventana como un sin vergüenza a su propia guarida.

En el poco tiempo que Bill se había ido, leí algo del diario que escondía -. No es como si tuviese opción, ¿cierto? - Pero incluso me daba temor pensar en ello, algo me hacía creer que por muy débil que este chico pareciera, tal vez aún podía escuchar mis pensamientos de vez en cuando.

¿Escuchará lo que estoy pensando?

- Por cierto, corazón y sus amigos parecían venir hacia acá, ¿tienen asuntos con tus padres o solo quieren intentar ligarte?

Su tono era despreocupado y caminaba vivaracho por mi pequeña habitación, examinando todo con tanta diversión que podría jurar que solo estaba esperando una buena oportunidad para burlarse de mis pertenencias, y con ello, de mí.

- ¿Corazón? -. Cuidé seriamente cada uno de sus movimientos con la mirada, rogando por que solo estuviese tonteando y no buscando algo en específico.

- ¡Chica extraña! -gritaron desde fuera.

Suspiré frustrada ¿No me dejarían vigilar a Bill? Después de rodar los ojos y golpear ligeramente mi propia cadera, me dirigí con pasos agigantados hasta la ventana para ver un grupo de chicos torpes en la entrada de mi hogar.

Estaba segura de que mi rostro no podría disimular en ese momento, probablemente mis cejas estaban tensas y mis labios bien apretados. Desde hace unos días Robbie y sus amigos no paran de venir para molestar, porque al parecer su vida es así de aburrida. Lo peor de todo es que son como niños, ni siquiera son amenazadores, literalmente solo intentan acercarse a mí de la peor manera que se les ocurrió, porque según ellos piensan, que yo también guste vestir de negro es sinónimo de que podríamos hacernos compañía.

- ¡Ahí estás!

Pero ellos no saben hacer amigos, son demasiado brutos...

¡Crack! Sonó repentinamente a mis espaldas, haciéndome voltear algo asustada por el estruendo - ¡Yo no fui!

Bill también era un bruto.

- ¡Oye, baja de una vez!

Entre los gritos de Robbie y sus amigos, y el desastre que Bill estaba haciendo en mi habitación, no podía concentrarme ni en una cosa ni en otra. Pero a juzgar por la mirada de Bill cuando escuchó el último grito desde allá afuera, parecía que él estaba al tanto de todo, e incluso ya estaba calculando su próximo movimiento.

- Te diré algo, niña - . Volvió a dejar en su lugar lo que había tirado de la repisa - ¿Por qué no me dejas poseer tu cuerpo?

- ¿No te cansas de hacer propuestas tontas? -pregunté fastidiada mientras iba directo a mi baño para buscar una pequeña cubeta que ya me tenía preparada desde ayer.

- Serán solo cinco minutos, hay algo que tengo ganas de hacer, pero si Robbie me ve, seguro que se muere de la emoción y no dejará de insistir en que le dé un autógrafo y una foto, ¡Clic! -. Simuló el sonido de una cámara, muy a su manera.

Mientras llenaba mi pequeña cubeta con agua del lavamanos, razonaba en mi cabeza si todo lo que estaba pasando en ese momento era real o solo un delirio mío. Es que no podía ser posible que todos se hayan puesto casi de acuerdo para molestarme al mismo tiempo con tonterías y bromas sin gracia.

Quería descansar, quiero mi vida triste y aburrida de vuelta.

Levanté la cubeta con cuidado y la dejé en mi escritorio, que estaba muy cerca de la ventana, tanto que la luz de la luna le iluminaba y a veces eso me ayudaba a dibujar por las noches en ese lugar - Desde el principio caí en tus trucos sucios, Bill, pero eso no volverá a suceder.

Mi contrario mostró esa típica risa suya, pícara y tan segura de sí que a veces me preguntaba si este tipo tenía alguna clase de debilidad, o si a caso era posible herir su ego de alguna manera ¿O quizás lo tiene tan alto que es inquebrantable?

- Niña, niña -insistió.

- Deja de llamarme así, no aparentas ser mucho mayor que yo.

- Créeme, una vida tuya no alcanza para ver todo lo que he vivido -. Definitivamente ambos dejamos de escuchar los gritos de afuera, pero no porque se hubiesen ido, sino porque, como en una fotografía, se habían vuelto borrosos y solo un elemento atrás que no era necesario ver. Ahora la atención de ambos estaba entrelazada, como dos imanes atrayéndose.

Pero no hablo de cosas románticas, ¿cierto?

Bill examinó mi escritorio sin mover un solo músculo, y pareció encontrar algo con la mirada. No pude evitar dirigir la mirada al mismo sitio que él, y ahí los vi.

- ¡No te creas importante! -. No sabía si estaba muerta de nervios, vergüenza o rabia, pero sin pensarlo dos veces arrebaté las hojas sobre la madera blanca para que mi compañero de habitación dejara de verlos.

- ¿Con quién estará hablando?

Escuché las voces desde abajo.

Por supuesto que el ensimismado demonio no dejaría pasar la oportunidad. Sus carcajadas se volvieron tan jodidamente escandalosas que incluso yo di un pequeño salto del asombro ante algo tan repentino. Obviamente se estaba burlando de mis dibujos, de mi obsesión con su imagen plasmada en papel.

- ¿Soy así de atractivo? -preguntaba entre risas.

- ¿Es la voz de un chico? ¿Será su novio?

Por un momento había dejado de considerar a los chicos fuera de mi casa. Ellos seguramente escucharían todo este desorden y se harían mil ideas equivocadas acerca de mí y este tipejo, si es que a caso le conocen o lo escuchan otro día por ahí.

- Baja la voz, detente

- ¡Chica! -exclamó deslizando el agarre de su mano por mi brazo hasta llegar a mi muñeca -. Solo cinco minutos -. Juntó su palma con la mía - ¿Trato hecho?

 Juntó su palma con la mía - ¿Trato hecho?

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- Ya te dije que

Fue demasiado tarde, me di cuenta demasiado tarde. Estrecharle la mano era suficiente para dejarle hacer lo que le plazca. No había leído nada en el libro acerca de lo que ocurriría a continuación, así que me hundí en el terror de la incertidumbre.

- Que así sea.

- ¡Dijiste solo cinco minutos, Bill! ¡Espera!





- Ah... Entonces así ves el mundo.

 Entonces así ves el mundo

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¿∆?


TIC TAC girl -×Bill Cipher×-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora