ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ, ᴛ | Timothée Chalamet

4. teatro

Caminaba con los audífonos puestos hasta la cafetería. Estaba ya algo abrumada de las clases, cada vez estaban dejando más trabajo y la idea de tener que trabajar con Timothée aún rondaba por mi cabeza.

Mientras llegaba, me topé con Michael Stevens. Un chico alto de piel pálida y cabello rojo. Lo conocía porque había compartido varias clases con él el año pasado, pero el chico repitió el año, por lo que a veces lo veía en los pasillos. En realidad, nunca había hablado bien con él, pero recuerdo que me parecía bastante atractivo. Regresando a la situación, Michael parecía perturbado o nervioso, había chocado conmigo y no había reaccionado, sólo se había quedado plasmado frente a mí.

—Eh... ¿Te encuentras bien?

De repente el chico pareció conectar con el mundo real de nuevo. Me miró a los ojos y frunció el ceño, negando repetidas veces con la cabeza.

—N-no. Quiero decir, si. Eh, disculpa —murmuró antes de correr e irse por el pasillo, pasandome de lado.

Bueno, eso había sido extraño. Tal vez sería interesante de contarle a Alex, de todas maneras.

Recuperé el camino a la mesa donde podía ver a mi mejor amiga. Estaba leyendo una revista, algo que me llamó demasiado la atención.

—¿Desde cuando lees revistas? —le pregunté mientras me sentaba a su lado.

Ella alzó la cabeza para mirarme. Siempre sonreía al mirarme y esta vez no fue la excepción.

—Oh, hola, chica —me saludó
— Estaba leyendo esta entrevista que le hicieron a Tom Holland.

—¿Tom Holland? —pregunté confundida.

Alex conocía a miles de celebridades de las cuales yo apenas recordaba de su existencia. Ella me miró como si estuviera loca.

—¡Pues Tom, tonta! El actor más atractivo de toda la década. Es el nuevo Spiderman, ¿en qué mundo vives? —expresó alterada. Reí un poco ante su exageración.

—Pensé que ese era Chris Hemsworth.

—O sea, sí, pero... ay, no sé, todos son muy lindos.

Reí de nuevo. Alex estaba insanamente obsesionada con los actores que interpretaban superhéroes. Esa chica era la única que podía hacerme reír por esas tonterías. Yo no tenía ningún ídolo o crush famoso. Prefería acoplarme con mi realidad. La realidad que siempre conocería.

—Tom Holland es buen actor —comentó una voz encima de nosotras.

Quise abrir la boca en sorpresa al verlo ahí, pero me limité a fruncir el ceño. Alex parecía estar igual o más sorprendida que yo. Me quité un audífono que aún tenía en una oreja para centrarme mejor a lo que sucedía.

—¿C-conoces a Tom? —preguntó Alex boquiabierta. Chalamet sonrió.

—Pues claro —afirmó siempre con sus poderosos humos alrededor suyo.

—¿Qué haces aquí, Chalamet? —pronuncié llamando la atención de los dos.

Miré fijamente a los ojos del chico. Sabía que quería intimidarme, pero no dejaría ser intimidada por él nunca. Solo era un idiota falso. Después de un rato de nuestra guerra de miradas él habló con un tono sarcástico.

—Pensé que tú ya lo sabrías.

Fruncí las cejas. Recordé el mensaje de ayer. Estaba segura que se trataba de él. No dejaría que el se creyera el rey en ese jueguito de guerra que se inventó el imbécil.

Al ver que no entendía, Timothée rió con ironía al mismo tiempo que soltó una bolsa de papel encima de nuestra mesa. Miré a la bolsa y luego lo miré a él. Alex tomó la bolsa nerviosa.