07 | Promise

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Lo que en un principio había sido un contacto frió ahora parecía quemar su mano. Se removió un poco sin querer parecer desesperada o con pánico aunque era así como se sentía y por suerte "Chaeyoung" le soltó fácilmente. Se resistió la necesidad de tocar su propia mano para comprobar si lo que había sentido era real.

Real...

Chaeyoung era real.

Todo su ser tembló ante esta revelación, una consciente e innegable revelación. Inconscientemente dio un paso atrás mirando el suelo un poco mareada.

No podía ser posible, se negaba a creerlo, más sin embargo ahí estaba ella, de frente, mirándola, le había sentido y le había escuchado. Por más que quisiera no podía negarlo, Chaeyoung era real. Tan real como ella misma, tan real como el día y la noche, tan real como el frío que sentía en su espalda y definitivamente tan real como para volverse una amenaza.

Sintió como si la oscuridad de la noche se acrecentara y comenzara a tragarse todo a su alrededor. El aire comenzó a faltarle, su cuerpo se sintió débil y su mirada se comenzó a poner borrosa. Intentó calmarse, intentó evitar lo que le estaba sucediendo, estaba por tener un ataque de pánico y solo ella sabía cuanto luchaba por evitar eso.

Pánico y fantasmas no se llevan bien, sobre todo si quería salir de ahí.

— ¿Te encuentras bien Mina? —la voz angelical hizo dos cosas en Mina, dos completamente opuestas y contradictorias a la vez. Le hizo sentir calmada pero asustada, y lo único que no sabía era si estaba asustada de Chaeyoung o de sentirse calmada con su voz. Su voz no quiso salir de su boca así que simplemente asintió sin verle a los ojos. — Eres muy callada Mina.— dijo la pelinegra dando el paso que Mina había dado para alejarse, la bailarina por instinto se alejó otro paso. — ¿Por qué te alejas Mina? Yo sólo quiero ser tu amiga.—  la voz de Chaeyoung sonaba triste, desolada y solitaria.

Quizá ese sentimiento impreso en su voz fue lo que obligó a Mina a mirarle a los ojos, esta vez por decisión propia o por lo menos esa fue su intención pues la pelinegra no le veía a ella sino que su vista estaba fija en el lago. Un sentimiento o necesidad se incrustó en el corazón de la bailarina.

— Estoy aburrida Mina. — comenzó a hablar de nuevo la joven pero no volteó a mirar a la japonesa. —Siempre es igual... siempre es tan solitario y las aguas son frías. Tengo frío Mina, tengo mucho frió.— su voz estaba impregnada de emociones crudas y crueles las cuales estrujaban y asustaban el corazón de Mina. Aquella necesidad creció pero no la dejó vencer.

— C-Chaeyoung...— la mencionada volteó a verla. —Y-yo... — intentó controlar el tono de su voz. —Me tengo que ir...— un brillo afilado apareció en los ojos de Chaeyoung.

— ¿Te vas?— aquel sonido fue una clara amenaza para la salud física y mental de la japonesa.

— T-tengo que ir a ca-casa... mi prima d-debe estar esperándome. — Sabía que era mentira, Momo estaba trabajando de noche así que la casa estaba vacía pero necesitaba una excusa que le valiera a un fantasma. Como odiaba esa palabra.

—¿Me vas a dejar? ¿Me dejaras sola otra vez? — la última pregunta desconcertó a la japonesa . ¿Otra vez? Aquellas palabras parecían ocultar un significado más profundo, uno que no conocía. —¿Te irás? ¿Desaparecerás? ¿Me dejas? ¿Fingirás que no existo? ¡¿Me abandonas?! ¡¿SOLA YO DE NUEVO?! — una peligrosa locura impregnaba cada una de aquellas preguntas cada vez más intensa que la anterior.

— N-no.— se apresuró a decir pues el brillo neurótico en los ojos de Chaeyoung le hacía sentir que no viviría un segundo más si la conversación seguía ese rumbo. La demencia en Son pareció detenerse y Mina sólo hizo lo único que se le ocurrió para no volver a enojar a la pelinegra. — P-prometo que volveré...— casi fue un susurro, sólo un poco más fuerte y su voz parecía ligeramente desesperada.

—¿En serio? — la locura había desaparecido por completo y en su lugar algo extraño se presentó.

Esperanza, Chaeyoung parecía ilusionada por aquellas palabras. A Mina le dolió el corazón, sabía que la chica era una jodida fantasma pero le había dolido ilusionar a la coreana con una mentira. Y es que Chaeyoung parecía una dulce ángel, tierna e inocente (cuando aquella oscuridad no la hacía parecer un fantasma sacada de "La Maldición") que Mina no pudo evitar sentirse como un imbécil engañando a una inocente chica para llevarla a la cama.

— S-sí — dijo con dificultad porque de alguna manera sintió que terminaría cumpliendo esa promesa por más que se dijera a sí misma que era una estupidez.

Lo único que Mina supo después de decir esas palabras fue que Chaeyoung había saltado sobre ella. Primero miedo y luego desconcierto cuando se vio aprisionada por los brazos de la fantasma que rodeaban su cuerpo. Por un instante creyó que sentiría frió, más frió aún justo como cuando sus manos se tocaron, pero éste no fue el caso. Mina jamás había sentido esa clase de calor abrazador que parecía quemar todo a su paso sin dejar ni siquiera las cenizas y aún así sentirse tan cálida y cómoda como si fuera el calor de una chimenea en un día de invierno.

— Esperaré por ti Mina... siempre esperaré por ti, aquí. — Susurró Chaeyoung en su oído y su aliento frío le hizo creer que se quemaba.

Después de eso Chaeyoung se desvaneció en el aire como la neblina de la madrugada.

Casi olvido que en el nuevo horario las actualizaciones de éste fic son los Lunes, entonces gracias al que me lo recordó ❤️✨

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Casi olvido que en el nuevo horario las actualizaciones de éste fic son los Lunes, entonces gracias al que me lo recordó ❤️✨.

The Lake | Michaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora