Unus

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El calor y placer que este hombre me hace sentir es increíble, jamás entenderé su poder sobre mi, ¿tal vez su modo de follar?, la manera en que su cuerpo se ejerce sobre mí es maravilloso, me hace llegar a un placer tan inmenso que mi cuerpo arde

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El calor y placer que este hombre me hace sentir es increíble, jamás entenderé su poder sobre mi, ¿tal vez su modo de follar?, la manera en que su cuerpo se ejerce sobre mí es maravilloso, me hace llegar a un placer tan inmenso que mi cuerpo arde.

—Vamos nena, s-solo un poco más—como hundía más su miembro sobre mi hinchado coño, mis caderas se mueve al compás de la suya generando fricción entre mi clítoris y su pelvis.

—Jung...Kookie no puedo más, p-por favor más rápido—sentir ese cosquilleo en mi vientre que va bajando es lo más gratificante del mundo.

JungKook aumentó sus embestidas llevándome al borde del paraíso, bajé mis manos a sus nalgas y les di un apretón para lograr sentir más su piel aunque fuera imposible.

Sentí un gruñido ronco en mi oído y ahí fue cuando se corrió en el preservativo, Kookie bajó su rostro a mi entrepierna y metió dos dedos sacándome un gemido, su lengua hizo contacto con mi necesitado capuchón y mis piernas temblaron por el inminente orgasmo, arqueé mi espalda sobre el colchón y me dejé llevar.

Caí rendida y JungKook subió a la altura de mi rostro, me sonrió tierno y se dejó caer al lado de mi sudoroso cuerpo. Abrió su brazo y me invitó a abrazarlo cosa que no dudé en hacer, amo su aroma corporal, es lo que lo hace ser él, además su fornido cuerpo me envuelve de una manera que es difícil salirse de allí.

JungKook es esa clase de mejor amigo con el que tienes sexo y no dejan de actuar extraño, nuestra amistad siempre fue rara, él siempre me atrajo sexualmente, y sé que yo a él también, una vez hablamos sobre eso, porque algunas veces las ganas que teníamos de arrancarnos la ropa en medio del trabajo eran inmensas.

Ambos estuvimos de acuerdo en tener sexo y saciar nuestra hambre, y apartir de ese momento, nuestra amistad se unió más, debería de ser lo contrario, pero en nuestro caso jamás fue así.

Disfrutamos de un buen sexo y luego nos quedamos toda la tarde, noche o la hora que sea en la cama, hablando de cualquier estupidez, nos reímos a carcajadas aún con nuestra desnudez, es tan natural y fluido, sin sentimientos que no sean amistad, que me encanta.

—JungKookie, tengo hambre—hice un puchero con mi labio inferior y el le dio un beso tierno, sonreí y lo abracé pegándolo más a mi.

—Mira, ¿Qué tal si nos bañamos y luego salimos a comer pizza?—preguntó mientras me daba ligeras caricias en mi pómulo.

—Me parece una excelente idea Kookie, pero déjame levantarme que me estas apretujando—sonreí tierna y dejé un beso en su frente sudada.

Me levanté de su cama y caminé tranquilamente al baño, ya acostumbrada a esta rutina, abrí el grifo y el vapor del agua caliente empañó los vidrios de la ventana y el espejo, tomé el jabón y lo pasé por todo mi cuerpo, cuando me enjuago siento unas manos grandes agarrando mi cintura.

Prohibitorum-K.TH +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora