Capítulo 11.

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Semanas después.

Nunca los días habían sido tan caóticos como lo son ahora. En este tiempo Vanir y yo nos hemos unido sin reparos y se puede decir que ya se ha convertido en mi novia, pues ya mi abuela la conoce y la prensa nos ha visto juntos en incontables ocasiones.

A veces pienso que vamos demasiado rápido pero en realidad no importa, debido a que es la única persona que tengo y con la que en verdad deseo estar.

Ha visitado el palacio en un millar de ocasiones y aunque me resisto a asistir a eventos públicos con ella, las personas ya suspiran al vernos juntos.

En estas semanas también he frecuentado a Lerentia, he aceptado cada invitación a su reino y he recibido sus visitas. Le he hecho creer que estoy interesado y que si se esfuerza lo suficiente podría en un futuro existir algo entre nosotros.

Me ha tocado sortear la suerte y evitar que lea alguna noticia sobre Vanir y yo, aunque si lo hace no lo negaré pues no le debo explicaciones.

La princesa Wifantere esta completamente feliz al tenerme a su lado y aunque aún evito que me toque y evito estar mucho tiempo cerca a ella, parece que eso es suficiente para tenerla comiendo de mi mano.
Incluso permití que nos fotografiaran juntos, algo que sin duda la ha confundido más.

Por otra parte, he de confesar que su hermano me agrada un poco más. En el tiempo que he tenido que pasar junto a él he notado el gran monarca que seguro llegará a ser, sin embargo, también he tenido que soportar uno que otro discreto desliz de su parte para conmigo.

Me he dado cuenta que él y Gretta no pasan mucho tiempo juntos y por la información que he podido sacarle, me queda claro que no hay amor, ni el más mínimo interés por ese matrimonio.

De Gretta no hay mucho que pueda decir. Ella se ha alejado de mi debido a mi acercamiento con Vanir, ha preferido no hablarme y no aceptar las invitaciones que le hecho.

Una noche vino a reclamarme debido a las revelaciones de Vanir sobre nuestro beso y múltiples encuentros, lo cual obviamente no soporte y tuve que dejarle claro cual era su papel en mi vida.

Puedo entender que este enojada conmigo por mi nueva relación, pero si espera que le ruegue para arreglar las cosas esta muy equivocada.
Tiene dos opciones: aceptarlo o seguir enojada y ninguna de las dos requiere que la busque.

••••

Mientras estoy tomando el desayuno un guardia irrumpe mi paz, con un alarmado gesto en el rostro.

- Majestad. - Inicia nervioso, haciendo una reverencia. - Tenemos un problema.

- ¿Un problema que requiera no dejarme terminar mi comida? - Cuestiono molesto.

- Lo lamento señor, pero se requiere con urgencia su presencia.

- Controlen la situación hasta que termine de comer.

- Son los presos, majestad. - Insiste con ansiedad. - Hicieron una revuelta en un intento por escapar.

De inmediato suelto la cuchara con enojo haciéndola repiquetear sobre mi plato.
Lo último que necesito ahora es lidiar con condenados en fuga.

- ¿Escapó alguno? - Cuestiono molesto, levantándome del comedor.

- Ninguno, pero los autores están retenidos y se niegan a volver a la celda.

Camino hacía la salida sin decir una palabra. Estoy realmente enojado por la ineptitud de mis guardias, parecen Mishnianos.

Antes de salir al umbral y subir al automóvil, le pido a Francis que venga conmigo. Si exploto en cólera es mejor que él se ponga al frente de la situación.

El corazón del Rey. [Rey 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora