DAMNARE

CAPÍTULO SEIS

Despierto por un pequeño rayo de luz, diría que vendría de la ventana para hacerlo muy cliché, pero no tengo una, el rayo de luz viene de la puerta, pero yo no recuerdo haberla dejado abierta.

Sin prestarle atención a ese asunto tomo mi teléfono para ver la hora y marca las 11:04 a.m., eso es algo que amo de los días domingo que puedo despertar a cualquier hora.
Aprovecho que tengo el teléfono en mano para checar mis redes sociales y cuando abro WhatsApp puedo ver el mensaje de Arthur y como sigo sin saber que responder, tomo un screenshot y se la envio a Polleth para que me ayude a contestarle.

Mi barriga ruge y sé que es hora de desayunar, me pongo mis zapatillas de andar en casa y bajo a la cocina.
Veo a mi tía que está en una llamada, tal vez es del trabajo, así que no hago ruido y la saludo con la mano. Voy a la cocina y encuentro a Kally preparando café .

-Hola ¿Qué tal? - le pregunto.

-Super ¿Qué tal tu sueño con Arthur?- responde mientras intenta no reír tan fuerte.

-Pendeja - digo - pero necesito mostrarte algo.

-¿Qué pasa? - alza una de sus cejas.

-Ven.

Nos dirigimos al cuarto porque dejé mi teléfono ahí, nos sentamos y alcanzo mi celular, lo desbloqueo y le muestro a Kally el mensaje de Arthur.

Kally sólo mira.

No pestañea, no habla, no se mueve.

No sé si sigue respirando.

Parece un muertito.

Hasta que gira y reacciona.

-¿Tiene hermano? - haciendo con su mano una señal que supongo que significa que está bueno.

-No lo sé, concéntrate tonta - le doy una golpe en la cabeza.

-Debe estar colgado para escribirte algo así.

-Nada que ver, no desayunar te está afectando así que vamos a comer -respondo.

Volvemos a bajar y una vez en la cocina nos preparamos tostadas y nos sentamos a desayunar mientras vemos Netflix.

-¿Le respondiste?- pregunta de repente.

-No, no sé que responder.

- Si no respondes es muy grosero de tu parte, pero si respondes con frialdad se sentirá mal. - dice.

- Tú si que ayudas- susurro.

-Sabes que no lo digo de malas, sólo es un consejo. - alza sus hombros y mira al televisor.

En respuesta sólo asiento porque ella tiene razón. Aunque ella tenga dieciséis años es muy madura para su edad, desde que llegué a vivir con ella la he considerado como una hermanita para mí, la he visto crecer, llorar, reír, amar, caerse y levantarse. Ella se ha ganado todo mi amor.

Así pasamos lo que queda de mañana hasta que decido irme a bañar, voy a mi cuarto reviso mi teléfono con la esperanza de que Polleth me haya respondido los mensajes pero no fue así. Tomo mi teléfono y me dirijo al baño, una vez lista para entrar a la ducha busco mi lista de reproducción en Spotify . Me seguro que las canciones empiecen a reproducirse, entro la ducha y que empiece mi concierto.

And I can be all the things you told me not to be - canto a todo pulmón sintiéndome Ariana Grande, obvio que no canto como ella pero en la ducha todos somos grandes artistas o ¿Quién es el raro que no se pega un concierto mientras se baña?.

Escucho notificaciones.
¡Interrumpen mi sagrado concierto!
Lo dejo pasar y sigo cantando, pero escucho el tono de llamada, ok, esto es serio y con shampoo en la cabeza alcanzo el móvil, veo que es Polleth y contesto.