3.

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Me despido con la mano de Mario y él hace lo mismo, lo veo meterse a su casa y Félix me jala de la mano hacia su jeep, abre la puerta y entro, él sube después. Arranca la camioneta y avanza, Félix ya sabe en donde vivo, así que hay necesidad de preguntar.


—¿Y bien? -pregunta después de verme de reojo-


—¿Y bien qué? -respondo evitando su mirada-


—¿Por qué estabas con Mario? -dice en tono enojado lo cual es absurdo pese a que yo le guste pues solo hemos tenido una cita y nada más-


—Chocamos accidentalmente, y sabes no tengo porque darte explicaciones Félix no eres mi novio como para hacerlo -lo veo furiosa-


—Pero podría serlo -toma mi mentón y lo acaricia, yo ruedo los ojos- vamos Nina soy Félix, Félix Götze ¿qué más quieres?


—Solo acelera Félix, quiero evitar seguir viendo tu peinado tan elaborado


El susurra una grosería y pisa el aselador, cuando llegamos a mi casa me bajo rápidamente evitando su falsa caballerosidad de abrirme la puerta, busco las llaves en la bolsa de mi vestido y no las encuentro así que toco desesperadamente la puerta esperando a que mi bendito hermano se digne a abrir.


—¿Vamos al cine? -pregunta Félix, mientras me come con la mirada intentando verse seductor, incomodo- vamos lieb


—No me digas amor Félix -digo cortante, mientras cruzo los brazos-


Entonces se abre la puerta, dejando ver a mi ahora amado, favorito, musculoso, y universitario hermano, alza las cejas al ver a Félix ahí parado. No es secreto que aunque sea el hermano de uno de sus ídolos futbolísticos no le caiga bien. En primer lugar porque es un creído que acosó a su bella hermana hasta lograr una cita. Y en segundo lugar, bien. No hay segundo lugar pero lo anterior es suficiente.


—¿Pasa algo? -pregunta con su mirada fija en él, Félix carraspea mientras se acomoda su sudadera-


—Francisco, hermano -mi hermano sonríe falsamente, más como una mueca- solo traje a Nina, y ya me iba, me estoy yendo justo ahora, adiós Nina -guiña un ojo y sube a su camioneta, arranca y se va, AL FIN-


Cuando él se ha alejado lo suficiente mi hermano y yo nos quedamos viendo y después reímos.


—Lo viste, se fue como una niñita -se deja caer en el sillón mientras sigue riendo-


—¿Y papá y mamá? -también me dejo caer en el sillón, tomo un puño de palomitas del bol que mi hermano tiene en su vientre, no entiendo como todas sus vacaciones se la pasado sentado viendo T.V y comiendo sin engordar-


—Fueron a comprar pizza, no tardan -dice sin importancia-


Sonrío inconscientemente al recordar lo que paso hoy, conocí a Mario Götze, es más guapo en persona que en fotos, es perfecto.


HALF A HEART | Mario Götze | EditandoWhere stories live. Discover now