¿Estás Dispuesto? "Yo Soy Betty, La Fea" Capítulo 2

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Bertha le contó a Don Armando que Betty amaba a Nicolás en silencio pero que él no le correspondía su amor, dijo que era un gran hombre y era asediado por muchas mujeres, que no habría manera que se fijara en ella.

Ar. Bueno eso es lógico... (No es cierto), pensó.

Por alguna razón a Armando le era imposible creer que alguien se podría fijar en Betty y que ese alguien pueda ser él, solo necesitaba a Betty a su lado, ella sabía cómo alimentar su ego, bueno eso era lo que él quería creer.

Bertha salió de presidencia, al mismo tiempo Betty se encontraba hablando con Doña Cata.

Be. Doña Catalina de verdad no se preocupe, yo dejaré todo organizado, de aquí aún mes me iré con Ud., le doy mi palabra, ya me quiero ir de aquí... esta empresa ha sido mi vida por casi un año y me llevará muchas cosas de ella, antes que ella se llevó todo de mí. Dijo bajando su cabeza, no quería que se le notara que estaba a punto de llorar.

Cat. Bueno Betty eso es muy cierto sabe... uno debe estar donde se sienta querido, donde se sienta tranquilo y si algo o alguien te quita La Paz, no merece ni tu atención y mucho menos tu presencia, yo estoy encantada!! De verdad espero que se pase el tiempo volando! Ya verá que Cartagena le encantará!

Be. Si!! Lo sé!! Por fin conoceré el amar, es algo que realmente anhelo desde niña.

Cat. Bueno Betty la dejo oyó, tengo que ir al Fontana a seguir cuadrando el evento, ya falta poco.

Y sin más ambas se despidieron cada una volviendo a su ocupación, Betty entró a su oficina y miró a Armando, implacable e inmutable ante su presencia, era como si no existiera, como si fuese invisible a sus sentidos, ella solo existía por momentos, después desaparecía para él.

Armando sintió entrar a Betty el saber que la tenía cerca lo calmaba, ella era de las pocas personas que le generaban tranquilidad a su vida, pero él no podía permitir que ella se diera cuenta de que alguien como él la necesitara tanto, así que solo siguió con lo que hacía hasta que ella le dio la espalda, en ese momento justo antes de cerrar la puerta se permitió verla, Armando suspiro, ocupando su mente en Nicolás Mora, no podía permitir que ese aparecido le quitara la devoción que Betty de manera desmedida profesaba, Betty era suya, No quería estar con ella, pero tampoco quería que ella estuviera con alguien, quería tenerla allí, todo el tiempo que él la necesitará, ese pensamiento lo hizo sentir tan poderoso, eso era lo que Betty generaba en Armando, una sensación de poder y eso era lo que le encantaba de ella.

Transcurrió el mes y ya Betty tenía todo listo para entregar su puesto, se sentía nostálgica porque pronto abandonaría una muy querida parte de su vida, por primera vez tenía amigas, quienes la querían mucho, a sus padres, a su amigo y hermano Nicolás, pero a él qué más le costaría dejar atrás sería a su amado y prohibido Armando, Su Don Armando.

Be. Doctor quería comunicarle algo.

Ar. Dígame Betty contesto sin si quiera mirarla.

Be. Doctor... mmmm... bueno es que no sé cómo decirle esto... me es muy...

Ar. Hablé ya sí! Hoy no estoy de buen humor. Armando había tenido una discusión con Marcela por culpa de Claudia Bosch

Be. (Como siempre) bueno aquí tiene mi carta de renuncia, me quedaré una semana más para entrenar a la chica que sea mi reemplazo. ni si quiera ella podía creer la frialdad con la que se dirigió a él.

Armando levantó su mirada, la noticia lo había desencajado, se quedó helado, no sabía qué decirle, estaba molesto, sin Betty la que pensó moriría en su cueva amándolo se iba de su lado, eso le dolía profundamente pero no se permitiría mostrar sus sentimientos, no lo haría, no señor!.

Ar. Cómo así Betty? Pero por qué? Acaso no se siente a gusto (nadie se siente a gusto en esa cueva) dígame que le podemos mejorar para que se quede Beatriz, que la hará sentirse cómoda?, lo dijo con la voz más tranquila que encontró.

Be. No doctor no es nada personal y mucho menos porque me siente mal acá (mentira), es porque siento que ya cumplí un ciclo aquí, y me voy a otra ciudad, quiero cambiar de ambiente, quiero abrir mis horizontes eso es todo doctor jojojojo

Ar. Pero Betty... es que me toma por sorpresa, de verdad no pensé que esté día llegaría le soy sincero, pensé que Ud. se jubilaría conmigo

Be. Lo sé doctor, yo pensaba lo mismo pero fíjese que ya no, encontré algo que por el momento es lo que necesito... eso le genero una sensación de tranquilidad.

Ar. Si es por dinero aquí le mejoramos el sueldo.. Y también...

Be. No doctor por favor! De verdad estoy agradecida con Ud. por todo lo que hizo por mí, todo lo que Ecomoda me dio sé que no lo conseguiré en otro lado, espero me entienda...

Betty para evitar seguir tan incómoda conversación decidió ir a abrazarlo y fue un abrazo largo y muy triste, quería dejarle en ese abrazo todo lo que sentía por él, ya no podía seguir destruyéndose de esa manera, sentir desde su oficina cómo se besuqueaba con la modelo en turno o en tal caso con Doña Marcela, sentir sus burlas con Don Mario por su apariencia y sus constantes gritos, su amor era grande pero también su dignidad y ya habían soportado demasiado, se iría sin rencores, sería feliz a partir de ese momento.

Armando se quedó de pie viéndola, no fue capaz de decirle nada más, no entendía porque le dolía tanto su partida, era una simple asistente, claro que la podía reemplazar eso era sencillo, siguió pensando en eso por lo menos una hora más, trataba de convencerse, necesita creer que era así.

La semana pasó y esta vez Armando contrató una Mona ojiazul divina por supuesto con ayuda de Mario! Esta vez él no permitiría que hubiese una fea en su vida y teniéndola ahí cerquita sería más fácil seducirla, a Marcela la noticia le encanto pero al ver el reemplazo de Beatriz se le revolvió el estómago, al final era mejor malo conocido que bueno por conocer. Las del cuartel lloraban inconsolables por la partida de Betty le habían tomado un cariño grande, les dolía verla partir... querían que se quedara pero no podían ser egoístas, eso era lo mejor para ella y así por fin podría olvidar a Nicolás.

Armando despidió a Betty delante de todos los empleados con unas palabras muy lindas, resaltando su labor y lo indispensable que era, haciendo énfasis en que era una gran pérdida para Ecomoda (y para él), le dio un gran abrazo y así Betty partió, dejando más de un corazón partido.

La despedida en su casa no fue más alegra, Don Hermès y Doña Julia estaban inconsolables pero su pequeña hija partía de casa al igual que Nicolás que perdía a su única amiga...

Ni. Ay Betty! Ud porque me hace esto ah? Como me va a dejar solo, dijo tratando de reir.

Be. Ay Nicolás no diga eso! Verá que mis papás no lo van a dejar, Ud. puede seguir comiendo allá en mi casa, además ellos van a necesitar de Ud. más que nunca.

Her. Ay mi Betty hija me harás mucha falta! Lo único q le pido es que se cuide mucho, ojo cómo se comporta!!, recuerde el diablo es puerco! Dijo sonriendo tristemente

DJ. Mamita que mi Dios la cuide y la proteja apenas consiga teléfono nos llama, vamos a estar pegados oyó! No se le olvide llamar. Y abrazo a Don Hermes que intentaba no llorar

Be. Mamá tranquila que no es para siempre, solo será un mes, yo los llamaré todos los días téngalo por seguro, nos vemos. Y se despidió sonriente.

Al Betty darle la espalda los tres cada uno por su lado rompía en lágrimas, ninguno se había separado de esta manera del otro, sabían que era lo mejor para ella aunque no lo quisieran.

Continuará


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