Esa sudadera roja 1/2

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Stiles apretó la tela de su sudadera en busca de poco de tranquilidad, exhaló, el vaho se volatilizó y desapareció en el aire. Se puso de pie sintiendo un escalofrío extenderse por su espalda y se deslizó a través de los árboles bajo la oscuridad del bosque.

Busco con la mirada a la bestia con la poca luz de luna que se filtraba entre las copas de los árboles, metió una mano en su bolsillo del pantalón y sacó un pequeño bote con ungüento lo abrió apresuradamente y tallo el ungüento dentro de sus fosas nasales. El aroma herbal se aferró inicialmente a su nariz y le produjo un cosquilleo en esta, para dar paso a los diversos olores que lo rodeaban, busco un olor vivo y particular en el ambiente, un olor que atribuirle a la bestia.

Se abalanzó hacia este cuando lo encontró, divisó la oscura forma humanoide de un hombre lobo cerca de un río, la imponente figura arremetió contra él, el hedor de la sangre le golpeó, tomó su daga decidido a enfrentarlo y cuando esta se encontraba cerca de él se escurrió entre sus brazos enterrando la daga en su costado. Fue atropellado por este y cayó a un lado en el piso con un golpe en su hombro, dirigió inmediatamente su atención hacía donde estaba el hombre lobo, se encontró con una bola de rugidos, garras y sangre. Al parecer el hombre lobo al que acababa de apuñalar estaba luchando con uno desconocido.

Stiles se mantuvo al margen de la lucha observando cómo ambos se masacraban entre ellos, durante unos minutos el intercambio de ataques se mantuvo, hasta que observó al segundo lobo huir hasta perderse entre la espesura del bosque.

Stiles se acercó cautelosamente a la bestia herida que ahora solo soltaba respiraciones pesadas y leves quejidos. Se apresuró a sacar de su bolso un par de grilletes de serbal.

-Te jodieron completamente grandote.- Se burló con voz ronca. -Ahora, te pondré estos grilletes y te portaras bien o cortare tus tendones, después te ayudare a curarte.- Stiles sentenció sabiendo que el lobo le prestaba atención. Se agachó tomando la gran mano cubierta de pelaje y con grandes garras, se dispuso a poner el grillete. Se detuvo momentáneamente al escuchar un gruñido, aun así, continuo. Repitió la acción con el otro brazo.

El chico murmuró unas palabras ininteligibles y el lobo gimió ante la sensación de opresión sobre su cuerpo.

-Lo siento grandote, no puedo permitir que me arranques la garganta.

Stiles se arrodillo y tomo la espalda para levantar al hombre lobo, el cual se dejaba hacer laxamente sin fuerza en su cuerpo, con esfuerzo logro cargarlo en su espalda. Camino hacia la salida del bosque, el movimiento bajó la capucha de su sudadera de su cabeza dejando al descubierto su cuello salpicado de lunares, Stiles continuo caminando con esfuerzo algo incómodo por la respiración que acariciaba su cuello.

-Transformate. Ordenó, acto seguido el pelaje y los rasgos bestiales comenzaron a desaparecer, dejando ver un hombre de facciones rudas y angulosas. Stiles abrió con dificultad la puerta de su jeep y metió dentro del asiento del copiloto al hombre. Cerró la puerta y camino al asiento del conductor.

Maldijo por lo bajo e hizo una mueca al sentir su sudadera roja, que ahora se veía color azul oscuro por la luz de la luna, empapada de sangre. Aun así, encendió el auto.

Entró a la clínica a trompicones con el lobo a cuestas. Lo colocó sobre la plancha de operaciones, murmuró nuevamente. Escucho un quejido salir del hombre mientras buscaba algunas hierbas entre las estanterías. Con los brazos rebosantes de frascos, se volteo hacia el hombre que se sentaba lentamente.

-Asumo que el otro lobo era un alfa ¿no es así?

El hombre asintió, Stiles se acercó a él, revisando las múltiples heridas que cubrían su cuerpo.

Esa Sudadera Roja 《Sterek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora