Capítulo 5

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Octubre, 2016

Repito una y otra vez en mi cabeza la melodía de Maya en mi cabeza mientras estoy en el auto de camino a una entrevista para E!.

Colton conduce mi Range Rover mientras Thanos juguetea con su celular en el asiento de atrás, exactamente en el mismo lugar en el que Maya se ha sentado cada vez que voy a recogerla y ha dejarla luego de nuestras clases. No puedo evitar mirar de reojo hacia ese lugar de la misma manera que llevo haciéndolo todas estas semanas.

El avance en este último mes ha sido impresionante. La maqueta que escuche la primera vez me impresionó mucho, pero nada se compara al verla en vivo y directo con las manos en el teclado, sus ojos cerrados y solo dejándose llevar por lo que siente en ese momento. Su capacidad musical es impresionante, inclusive su talento para la ejecución, podía ser fácilmente una concertista si quisiera, pero su conexión con la música era algo profundo e increíble.

—Estás extraño —dice Thanos de la nada tomándome por sorpresa.

Me vuelvo para enfrentar su mirada acusatoria. Sus palabras me han regresado a la realidad. Ver lo seria de su expresión me hace darme cuenta que realmente lo ha pensado bastante antes de animarse a hablarme.

—¿Por qué lo dices? —pregunto tratando de parecer relajado.

Mi mirada se conecta con la de Colton por un segundo, él sabe que lo que estoy haciendo con Maya es a espaldas de mis hermanos, principalmente de Apolo quien pondría un grito en el cielo como se enterara que me estoy viendo con una alumna fuera de Colburn, por muy buenas que fueran mis intenciones por ayudarla. Estoy seguro que me haría detenerme y no estoy dispuesto a hacerlo.

—Estás evasivo. Desapareces. No hablas con nadie. No sabemos lo que has hecho en meses y has dejado de hacer cosas conmigo.

Trata de parecer calmado y sé que se está conteniendo tanto como puede porque a Thanos no le gusta compartir nuestras conversaciones con los demás.

—No sucede nada, T.

—¡No me vengas con esa mierda! ¡Puedes engañar a los demás todo lo que quieras! ¡Pero a mí no! ¡Maldición! No sé que está pasando y eso me frustra. Nunca nos hemos ocultado cosas, por muy estúpidas que fueran y no entiendo porque eso tendría que cambiar ahora. —Se toma la cabeza con fuerza.

—Thanos, no tienes de qué preocuparte. No sucede nada.

—Eres un imbécil.

—Somos genéticamente idénticos, eso nos vuelve dos imbéciles.

Mi tontería termina por sacarle una sonrisa. Conozco a Thanos tan bien como a mi mismo y sé muy bien que no puede mantenerse enfadado conmigo por mucho tiempo y mucho menos cuando digo a algo que nos involucra a los dos.


***


Reviso una y otra vez las composiciones que me han mandado a mi correo electrónico. Los colores se mezclan armónicos en mi cabeza, me alegra saber que han mejorado muchísimo en este tiempo y creo que puedo sentirme orgulloso de ello.

Llaman a mi puerta y mis ojos van hacia el reloj de la laptop, pasa de media noche.

—Pase.

La puerta se abre y Apolo aparece con un par de cervezas en la mano. Lleva solo sus pantalones de pijama y su cabello es un completo desastre. Un indicador de que algo lo frustró. Y para que toque mi puerta es que soy el único despierto o disponible para distraerse un poco.

Entra y cierra la puerta detrás de sí. Camina con el porte y la confianza que tanto lo caracteriza. Se sienta en el filo de la cama y me extiende la cerveza.

SAGA LUX III | Los colores de TimaeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora