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Amaba los colores, más lo color pastel. Era una satisfacción para el ver muchas cosas de distintos colores, pintando así la calle solitaria.

El parque de diversiones era muy colorido, disfrutaba tanto estar allí, acompañado de su novio. Si el más grande no aceptaba ir con el a esos grandiosos juegos, lo castigaba, claro que sí señores. El chico controla al grande, y no se decía más. Y, ¿que más dejarlo en abstinencia?. El no lo sufría tenía sus juguetes, pero el mayor no. Claro, no lo disfrutaba tanto como con el más alto, pero al menos quitaba las ganas de querer empujar a su novio a la gran cama que abarcaba su habitación.

— kooki, quiero un peluche de Pikachu. — apunto al puesto que vente el objeto tan llamativo para el bajito. Jungkook puso su mirada en el peluche.

Tomados de las manos, caminaron hasta el puesto, tenían demasiados peluches, unos más grandes que otros.

— ¿cuánto cuesta?. — jungkook preguntó al vendedor.

— lo siento joven, tiene que derrumbar las botellas para poder ganar algo. — dio una sonrisa.

— claro. — devolvió la sonrisa y sacó su billetera, dio el dinero que indicaba un letrero arriba del puesto, y le dieron cinco pelotas pequeñas. Con esas pelotas tenía que derrumbar diez botellas, unas arriba de otras en forma de triángulo.

Tomo la primera pelota y la aventó, tirando en su paso la botella de encima.

— vamos kooki!. — animaba su novio detrás de él, viendo con emoción el juego.

Sonrió y volvió a tomar otra pelota, detallando la dirección en la que debería aventarla para derrumbar todos las botellas. La tiró y derrumbó todas la botellas. Fue fácil para ser el primer juego que hacía después de años.

Taehyung brinco de felicidad al ver al vendedor bajar su osito de Pikachu. Que para ser exactos era un poco más pequeño que el. Pero grande para el menor.

— gracias. — se despidieron ambos contentos, jungkook al ver a su novio feliz y taehyung el tener su peluche.

— ¿vamos a la montaña rusa?. — preguntó jungkook. Pasando un brazo con la cintura de taehyung y caminar en esa posición.

Taehyung asintió con su cabeza. Estaba muy contento, siempre es mimado por su novio, que aveces se sentía un aprovechado y eso no le gustaba, pero jungkook insistía en que para el jamás sería una molestia mimar a su tierno novio, incluso para el se volvió una necesidad el mimar y ser mimado.

Caminaban en dirección a la montaña rusa, viendo los puestos de comida en su paso. También algunos juegos que eran más para infantes.

Cuando llegaron a la montaña rusa, pidieron su puesto.

— lo sentimos el menos no puede subir. — dijo un señor robusto pero no más alto que jungkook.

— pero, ¿Porque?. — frunció el seño e hizo en agarre de la cintura más fuerte.

— es un niño, no puede subir, las reglas dicen, mayores de dieciocho años. — apunto con su dedo las reglas mal escritas que estaba puestas a su lado.

— el tiene diecinueve años. — volvió a alegar jungkook.

— lo siento, no aparenta diecinueve años. No puede subir.

— sabe que. Vallase a la mierda. — jungkook prefirió dejar la pelea que estaba por empezar con el mayor al ver a su pequeño novio tratar de retener el llanto mientras escondía su rostro en el gran peluche. — no te preocupes bebé, eso no nos arruinara la noche.

Jungkook trato de hacer feliz al bajito, sabía que le afectaba ser juzgado por su estatura, pero para el era algo muy tierno. Siempre le repetía lo estúpida que era la gente al juzgar a una bola de masita tan pequeña y ajena del mal.



















Volví a actualizar aquí.

Si alguna de ustedes está leyendo mi otra historia. Les pido una disculpa por mi ausencia. Lo que pasa es que ya no tengo tanta inspiración para seguir con la historia.

Y como siempre. Gracias por seguir leyendo 💗🌷.

Cualquier error, pueden hacerlo saber.

tierna estatura  (kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora