Inefable

Capitulo 27: Olvidada en recuerdos

Abrió los ojos lentamente y lo primero que vio fue a Marcos a su lado desconcertado pero al mismo tiempo feliz de que todo hubiera salido bien.  Ese mismo día le darían de alta y lo único que quería era salir de allí irse y jamás volver. Los ojos de Isabella habían abierto y esta vez con más fuerza. Pero sin saber exactamente lo que había pasado y el mar de confusiones que tenía en su mente solo recordaba lo que había escuchado estando inconsciente. No sabía si lo había soñado o efectivamente fue real.

— Hola mi amor, ¿cómo te sientes?

— Un poco mareada

— Es normal

— ¿Y el bebé? ¿Está bien?

— Son dos bebés, tendremos gemelos cariño

Estaba alterada, confundida y nunca se había sentido tan perdida. Aún algo débil miró a Alejandro y preguntó.

— ¿Meredith estuvo aquí?

— ¿Que? Por su puesto que no.

Derramando una lágrima respondió

— Si estaba, yo..., yo la escuche.

— Amor quizá lo has sonado, aun estas bajo los efectos de la anestesia.

Todos creían lo mismo, para su lógica era difícil creer que Meredith haya entrado a esa habitación sin hacerle daño a Isabella. Nadie se preocupaba por ella excepto Marcos quien estaba siempre a su lado incondicionalmente. Él agarró su mano y ella sonriendo tenue comentó.

— Quiero irme y jamás regresar. Deseo estar lejos, solo así podré continuar con lo que me quede de vida.

— Haremos lo que te haga sentir mejor cariño. Ya en un rato te dan el alta.

Ella solo pensaba en una cosa, Rosalia. Era lo último que le quedaba por hacer antes de llevar a cabo el plan que la haría descansar de tanto dolor a través de su vida.

— Prométeme algo Marcos, si no estoy en tu vida por algún motivo, eso no te detendrá y continuarás con la tuya.

— ¿Porque hablas así? Estaremos juntos, iremos a donde quieras pero juntos.

Encogió los hombros

— Solo prométemelo

— Te lo prometeré porque se estaremos juntos y no habrá necesidad de cumplir esa promesa.

El la amaba, como nunca había amado a nadie pero el problema no era él, el problema era ella que no se sentía lo suficientemente valiosa como para seguir respirando. Ni siquiera sentía que mereciera el amor que Marcos sentía por ella. Con una sonrisa logró tranquilizarlo y tras ser dada de alta y llegar a su casa tenía una última cosa por hacer, terminar lo que había dejado a medias; eliminar a Rosalía. Su móvil sonó y al ver los mensajes que le habían llegado al buzón se quedó algo desconcertada.

Isabella a las 12:00pm

Necesito hablar contigo

Isabella a las 12:10pm

Se que lees los mensajes, responde.

En cambio Meredith había tomado una decisión. Alejarse y desaparecer sin despedirse y conseguir eso que ella pensaba le daría paz. Apretó los dientes e ignorando el mensaje continuó desempacando un pequeño bolso dispuesta a olvidar a Isabella y todo lo que tenía que ver con ella. Marcos sorprendió a Meredith abrazándola por la espalda y le pidió.

— Cierra los ojos

— ¿Por qué?

— Tu déjate llevar