❀ live ❀『 Kth +Jjk 』

❀Una más pt. 4❀

—Intoxicación por sobredosis —los paramédicos hablaban rápido pero tranquilos en el camino al hospital. Jungkook sólo escondía el rostro en el pecho de Jimin, quien lo abrazaba como si fuera un muñeco de peluche.

—No fue letal, pero necesita un lavado de estómago urgente. 

Ambos chicos sabían que los paramédicos debían informar al hospital todo lo necesario para estar listos al llegar, pero cada palabra les parecía dolorosa.

—Los signos vitales están bajando. 

La sirena pareció escucharse más fuerte y la ambulancia aceleró.

—Ponle oxígeno, prepárate por si necesita compresiones.

Jimin, con miedo de mirar, abrió los ojos para encontrar las luces del hospital a pocos metros.

—Frecuencia cardíaca en descenso. 

No pasaron más de unos segundos que las puertas de la ambulancia se abrieron de golpe, bajaron la camilla donde Taehyung se encontraba, con los paramédicos detrás de él y más personas esperándolo en el hospital. Todavía sentados en un rincón de la ambulancia, Jungkook no dejaba que Jimin se levantara, el castaño sólo quería esconderse, fingir que todo era una pesadilla y despertar con Taehyung a su lado.

—Disculpen —Jimin giró su cabeza hacia el hombre parado fuera de la ambulancia—, deben bajarse, las ambulancias deben estar libres. 

Jimin solo asintió y masculló un "Ahora nos vamos", por más que le hablara a Jungkook, este no se movía, así que con un suspiro, el mayor se resignó a cargarlo. Llevándolo en brazos hasta una sala de espera especial para emergencias, donde no había nadie, Jimin llamó a Hoseok.

El pelirrojo sólo tardó un par de segundos en atender.

—¿Jiminie? Tengo la cena lista en-

—Estoy en el hospital —la voz de Jimin sonaba casi ronca—, Taehyung se... Tuvo una sobredosis.

—¿Sobredosis? —repitió, del otro lado de la línea—. ¿Qué? ¿De qué?

—Creo que eran unos antidepresivos... que tomó hace ya un tiempo. Estoy con Jungkook en la sala de espera de emergencias, ven —la voz de Jimin se fue quebrando lentamente. En vez de responder, Hoseok sólo cortó, y Jimin supo que vendría corriendo, volando si pudiera. 

Jimin notó que Jungkook se había quedado dormido, con el rostro empapado en lágrimas y mejillas enrojecidas. 

Como si fuera un bebé, Jimin lo acomodó para que apoyará la cabeza sobre su pecho, y abrazándolo, como si quisiera protegerlo de algún monstruo, Jimin se permitió llorar. Bajo, sin sollozos, escondiendo el rostro en los cabellos castaños y esponjosos de Jungkook, Jimin se descargó después de haber pasado todo el rato intentando ser fuerte. Él estaba cansado de llorar, había llorado tanto que cada vez le costaba más derramar una lágrima; pero, otra vez no había podido proteger lo que su mejor amigo más quería.

Jimin sabía cómo se sentía Taehyung, o eso creía, pero cada vez dudaba más de poder conocer al pelinegro, ya que él nunca quiso morir; y en cambio, Taehyung iba por el segundo intento.

Una cálida mano sobre lo espalda lo hizo alzar la cabeza rápidamente, y comenzó a limpiarse los ojos con la manga de su abrigo antes de ver a Hoseok. Para su sorpresa, el pelirrojo lo abrazó, acariciando su cabello de forma tranquilizadora.

—Puedes llorar, Jimin. 

Jimin estaba más cansado aún de parecer fuerte que de llorar, así que no pudo oponerse. 

(...)

Jungkook abrió los ojos lentamente, la luz de la sala lo cegó un momento, hasta que pudo reaccionar y de dió cuenta que estaba durmiendo sobre las piernas de Jimin. No pudo evitar una sonrisa al ver que el mayor dormía apoyado en el hombro de Hoseok, y a su vez el pelirrojo tenía su cabeza sobre la de Jimin. Miró alrededor, reconoció la sala de espera y de que estaban en el hospital. Cuando recordó, se levantó de su asiento, nervioso. Debía saber cómo estaba Taehyung, debía verlo.

Dió una última mirada a la pareja, ambos seguían completamente dormidos. Solo, comenzó a recorrer el hospital. En la sala de emergencias había unos pocos pacientes, pero ninguno era Taehyung.

—¿Disculpe?

Una voz femenina algo familiar lo hizo girar, unos metros más atrás estaba la misma enfermera que había hablado con él hacía poco más de una semana.

—¿Jeon Jungkook, no? —la sonrisa de la chica era amable—. Llevaron a Kim Taehyung a una habitación en otra ala, ¿Quiere que lo acompañe? 

Jungkook no podía hablar, sólo asintió con la cabeza, la enfermera comenzó a caminar y él la siguió.

—El paciente Kim está descansando— comenzó a hablar—, el lavado de estómago puede ser muy invasivo, nada malo, pero suele dejar muy cansado al paciente, sólo se puede hacer antes de la hora desde que ocurrió la intoxicación —miró por sobre su  hombro, con sus ojos verdes directo a los de Jungkook—. Llegaste a tiempo. 

Se detuvo frente a una habitación, donde estaba pegado un papel con el nombre escrito a mano, y una hoja con los datos del paciente.

—No va a estar mucho tiempo en el hospital, quizás no llegue ni a la semana, todo está bastante bien —finalizó con una sonrisa—. Bien, Jeon, adelante —señaló la puerta con su mano. Jungkook entró sin hacer ruido, al mirar a la camilla recordó cómo habían empezado, en ese mismo hospital. Con el brazo conectado a un suero y una mascarilla que le daba oxígeno, Taehyung dormía. 

Cerrando la puerta con el mismo silencio, Jungkook se acercó hasta estar a su lado. Al mirarlo, no pudo evitar que sus ojos se aguaran. 

Acomodó las sábanas para tapar los hombros de Taehyung, luego estuvo un momento acariciando su cabello, mientras un par de lágrimas caían. 

—¿Eres enfermero? —las palabras se perdieron un poco tras la mascarilla.

Jungkook no pudo evitar sonreír, recordando la primera noche del hospital.

—¿Parezco enfermero? —respondió.

Taehyung se volteó para ver el rostro de Jungkook, alzó el brazo que no estaba conectado al suero y limpió unas lágrimas con sus pulgares.

—No debí hacerlo —las palabras de Taehyung casi fueron un susurro—, no debí hacerte esto...

Jungkook se mordió el labio con fuerza, no quería romper en llanto de nuevo. Taehyung se separó para sentarse sobre la camilla, rodeando con un brazo a Jungkook, ya que no le gustaba mover el brazo del suero, lo atrajo hacia sí para abrazarlo. El castaño apoyó el rostro sobre él hombro de Taehyung, sin poder contener las lágrimas.

—Perdón por ser tan egoísta, Kookie —Taehyung hablaba bajo al oído del castaño—, no estaba pensando cuand-

—Cállate —rogó. Taehyung apretó los labios. —Lo importante es que sigues aquí, Taehyung —envolvió los brazos alrededor del cuello del azabache—, conmigo, cuando te ví yo... Pensé en lo peor, Taehyung. Te había perdido, y... —La voz de Jungkook se perdió entre sollozos, Taehyung acariciaba la cabeza del castaño. 

—Es mí culpa, Jungkook. 

—¿Puedo pedirte algo, Taehyung? —Jungkook sonaba un poco más calmado.

—Lo que quieras. 

—¿Puedes pasar una vida conmigo? Toda, me refiero con todos sus días y noches. Sin nada de adelantar la muerte, juntos.

Taehyung sonrió, las palabras le parecían muy bonitas.

—Claro que sí, Kookie. Esta, una más, y todas las que pueda.