«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
Después de la cena, la mayoría había subido al segundo piso. Quienes se habían quedado en el comedor eran Hyunjin y Changbin, puesto que el menor le había pedido el favor de conversar por unos minutos.
— ¿Alguna vez Seungmin te ha hablado de esa tal Chaeryeong? — interrogó, intentando no sonar tan interesado, pero Seo sabía que sí lo estaba.
— No. Bueno, sí, pero no te voy a decir. — le dijo divertido y viendo cómo el menor se estresaba.
— Quiero saber si-
— No han sido novios, si es que eso te preocupa. — manifestó el mayor con firmeza. — La única persona que Seungmin ama es a ti, ¿feliz?
Hyunjin sonrió totalmente satisfecho mientras asentía e intentaba relajarse por la emoción que sentía. Sin darse cuenta había comenzado a brillar sin querer.
— Oh, vamos, eres un maldito cursi. — habló Chang al verlo y ambos rieron.
— Espero que Felix y tú disfruten su primera noche juntos. — murmuró coqueto el castaño, haciendo que el mayor se vuelva tímido.
— Eres un pervertido, Hyunjin. Él y yo no hemos llegado a eso, ¿entendido?
— ¿Qué? ¿En serio?
— ¿Qué? ¿Tú si has llegado a eso con Seungminnie? — cuestionó incrédulo el mayor. Hwang sólo quiso escapar, por lo que se encaminó casi corriendo con dirección a la salida, pero siendo perseguido inmediatamente por Seo. — ¡Oye! — pero entonces pararon en seco cuando vieron a Chan y Woojin en medio del pasillo con un aura tenso a su alrededor.
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Minho fue uno de los que ingresó a la cocina después de la cena, sin saber que en el lugar estaría aquella muchacha que había conocido en su palacio, y que sin conocerlo, lo había defendido de Taehyung cuando estuvo a punto de rendirse ante él.
— Hwang Lia, ¿verdad? — interrogó mientras entraba. Ella lo miró sorprendida, dejó el vaso de agua a un lado y entonces asintió.
— Sí, rey Lee. — respondió cordialmente.
— Oh, aquí puedes llamarme por mi nombre. Soy Minho. — habló con total naturalidad.
— De acuerdo, Minho.
— Vaya, tienes una gran facilidad para hablarle informalmente a la gente. — manifestó fingiendo sorpresa.
— Pero usted me dijo . . .
— Sólo bromeo. — confesó con una sonrisita divertida. — Creo que soy algo pesado con mis bromas, así que si no quieres ser mi amiga, está bien.
— No te preocupes, mi hermano es Hyunjin, y digamos que tampoco es el más serio de todos.
— Bueno, sí, la verdad es que tu hermano es peor que yo. — le siguió la corriente. — Lo genial de todo esto es que serás mi primera amiga.