Capítulo II (A): Una amable familia mediterránea

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- Una selkie tan lejos del mar es algo muy extraño, ¿acaso ya entregaste tu piel de foca a algún chico?, pareces muy joven para eso. Decía la herbolaria mientras recogía las hierbas para la medicina de Emmanuel.

- No realmente, el anillo en mi mano derecha anula el efecto de nostalgia mortal que me impedía alejarme del mar, aun soy una chica libre. Dije mientras recibía los manojos de hierbas en un canasto.

- Valla, debe ser divertido poder alejarte del mar sin estar atada a alguien, en mi caso ofrecí mi gorra mágica por voluntad propia a Frederick cuando decidí casarme con él para poder seguirlo lejos del lago, pero él se negó y construyó esta gran casa cerca de él para que pueda visitar a mi familia cuando se me antoje, pocos hombre son tan buenos como él. Dijo la mujer.

- ¿Y cómo es que se conocieron? Pregunté.

- Frederick era un caballero de la orden de la cruz paté que se unió a la guerra en la época de que el demonio Hedekel trato de dominar Per Terram, yo solía defender el lago de Villa Nevada con mis compatriotas usando mis cuchillos de combate, el arma tradicional de las mujeres de nuestra raza, y un día que estábamos en batalla y el lago estaba sitiado, Frederick llegó en compañía de sus compañeros y nos ayudaron a alejar al enemigo; los merrow somos muy asociales con los humanos, pero al ver como a pesar de nuestras diferencias decidieron protegernos dispuestos a dar sus propias vidas, la reina y los demás de nosotros decretamos que nuestra enemistad no tenía razones válidas y nos aliamos con ellos para proteger la villa; al mando de Roth Ragnar, ensífero del rayo del alba, Albheriam, repelimos la amenaza y salvamos la villa manteniendo la paz hasta el día en que la hija del portador de la Arek Atám logró liberar a su padre y este enfrentó al demonio que lo usó como títere logrando devolver la paz al mundo, pero mientras el peleaba, una última horda se acercó a la villa y tomándonos desprevenidos destruyó gran parte de ella, y en plena batalla, uno de los demonios al mando de Hedekel asesinó a Roth Ragnar, haciendo que Frederick, quien era su mano derecha y mejor amigo, tomara su lugar como general y tras una tediosa batalla que duró una noche vengara la vida del portador del rayo del alba; sabiendo que esta vez la amenaza estaba realmente erradicada celebramos y pedí a Frederick me dejara casarme con él, y pasados unos años, cuando Berna aún era una niña y Robin aún era un bebé, Frederick salió de viaje a cumplir la última voluntad de su amigo y entregar a la hija adoptiva de este la espada que lo acompañó en batalla en dirección a una aldea de elfos oscuros en el reino del norte, cuando finalmente regreso de cumplir su misión guardó su propia espada en un gran estuche de madera y se dedicó totalmente a cuidar de nosotros, su familia, dejando a un lado las batallas, pero dispuesto a empuñar un día su arma en favor de la libertad y la paz si fuese necesario; a diferencia de otros caballeros que añoran el campo de batalla, él teme a las batallas reales y dice que preferiría combatir en torneos y cosas deportivas solo para mantener su instinto de combatiente; él no es que tema a su propia muerte, teme a dejarnos solos, pues tras ver a la hija de Roth en soledad sabe que sus propios hijos sufrirían demasiado si lo pierden a temprana edad; puede ser un hombre necio a veces, pero es bastante considerado y entregado a su familia. Dijo la mujer mientras terminaba de juntar las hierbas.

Al oírle me di cuenta que ella sabía la historia de mi maestro, y fingiendo no saber mucho le dije:

- Escuché de ese tal Emmanuel unas cuantas veces en mi reino, todos dicen que es un demonio y traerá perdición a la reina de Algredo.

- Yo no creo que sea así; si bien fue alguien que los demonios usaron como títere, lo que hizo al final fue un acto de rebelión digno de un futuro rey, y que una reina profética se lo haya llevado para ayudarle a encontrar la paz de su corazón dice mucho de lo que es en realidad; creo que varios rumores sobre él se deben más al miedo de la gente, y es comprensible, mi pueblo sufrió los estragos de su encantamiento aunque indirectamente, pero Frederick y yo sabemos que incluso hubo un ataque al palacio de Algredo hace unas semanas y él estuvo en la primera línea de defensa dispuesto a sacrificar su vida por el pueblo, no creo que debas creer todo lo que escuchas. Respondió ella.

Legado VIII - Una sirviente leal/ La ciudad de Rim/ Miguel y la chica misteriosaWhere stories live. Discover now