Una semana para probar [YoonSeok]

Let's finish

Las respiraciones no marcaban un compás preciso. Fue la primera vez que hicieron el amor, la primera vez que sus cuerpos se fusionaron en un acto de cariño y deseo, la primera vez que sus corazones se conectaron y les dieron la certeza de que su futuro era prometedor.

—Te amo tanto, Hobi— dijo un Min YoonGi de veintiún años abrazando a un HoSeok de veinte.

—Hyung, esto ha sido maravilloso.

El menor parecía querer llorar de la emoción. Era la primera oportunidad en la que experimentaba hacer el amor. En ocasiones anteriores solo había tenido sexo, pero después de conocer a Gi y construir una relación con él, por fin había sido tomado con delicadeza.

—¿Hoba?

—¿Sí?

—Te quiero para el resto de mi vida.

—Que así sea, Yoonie.

Una promesa se selló en esa ocasión, con un casto beso a modo de firma.

☀️🌙

La sensación era extraña pero cómoda. HoSeok no sabía si el hecho de que NamJoon fuese alguien de confianza colaboraba a que ahora lo tuviera junto a su esposo repartiendo besos por su cuello, y se sintiera bien. Muy bien, para ser exactos. Tanto Kim como Min, ambos solo cubiertos con su ropa interior, se encargaban de pasear sus labios por la piel tersa y cálida del bailarín, quien en medio de ambos cuerpos pensaba que desfallecería.

Las manos de Nam, desde atrás, se encontraban fijas en el pecho de Ho, a veces pellizcando y delineando sus pezones; mientras que Min posaba las suyas en las caderas de su esposo, manteniéndolo fijo en su sitio.

Hace mucho tiempo la pareja había discutido la posibilidad de vivir otras experiencias sexuales, entre las que consideraron un trío; idea que se descartó enseguida por no contar con un tercero apto; sin embargo, lo que Jung menos se esperó es que la intención reviviera y que fuera su marido quien la propusiera.

—¿Puedo?— el conocido como RM le pidió permiso a la pareja, de la que el mayor le interrogó con la mirada.

Kim colocó su manó sobre la erección descubierta de Ho y enseguida Yoon supo lo que su amigo pretendía, así que con un leve asentimiento y una sonrisa le permitió proceder. Seguidamente, Hope dio un respingo cuando la mano de Nam envolvió su pene y comenzó a masturbarlo lento al compás de los besos que todavía los hombres le repartían, a veces dejando marcas rojizas y otras saboreando cada porción de piel.

HoSeok creía que veía las estrellas. Su cabeza alzada en pro de darles más acceso, leves y dulces gemidos, y sus dedos dando caricias torpes eran la señal del inminente colapso.

—Chicos, esto es demasiado— susurró a ambos dominantes—. Siento como si pronto me fuera a correr.

YoonGi sonrió de forma superior y colocó sus manos en el rostro de su pequeño. Su corazón saltó al detallar la expresión de vulnerabilidad y sumisión que aquel le enseñaba.

—¿Qué quieres, bebé?

—Más.

—Habla claro, Hobi hyung— intervino NamJoon, posando su barbilla en el hombro del mencionado—. Si eres exacto, podremos complacerte.

—Yo...— intentó responder sin éxito debido a que la mano intrusa seguía brindándole un cúmulo de emociones en torno a su erección.

—¿Sí?— instó Min con voz baja, mordiendo el lóbulo ajeno en el proceso.