Capítulo 1 Parte 1

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Aquí os dejo con mi segunda novela. Espero que os guste. 

NARRADOR

Era una noche muy oscura. Apenas había estrellas brillando en el infinito cielo. El viento rugía con mucha fuerza. Una densa niebla apareció de la nada. Los árboles se balanceaban con mucha ferocidad intentando escapar. Las farolas de la calle apenas iluminaban con la suficiente fuerza para ver lo que había a tres metros delante de ti. Los perros aullaban a la luna, anunciando que un mal presagio se aproximaba. No había casi nadie en la calle, solo los adolescentes preparándose para irse de fiesta, ajenos al mal que se acechaba. Las familias se sentían seguras y a salvos en sus casas. Pero, lo que no sabían, es que sus vidas cambiarían en el momento en que él puso un pie en la ciudad. El terror volvería a reinar. La inseguridad y la tensión estarían presentes a todas horas. Ya no habrá lugar en el que sentirse seguro...

En el corazón de la ciudad había varias comisarías repartidas por los distintos distritos. En el distrito norte se encontraba la comisaría 15. Ese barrio era muy famoso por los extraños crímenes que daban lugar a los noticiarios. Sin embargo, desde hace unos años, había bajado el número de delincuencia. Había pasado de ser una de las comisarías con mucho movimiento y ajetreo, al ser una de las más tranquilas, tanto que el Ayuntamiento se había replanteado, en varias ocasiones, reducir el número de inspectores para ahorrar presupuesto. Eran las ocho de la tarde, cuando un mensajero llegó con una carta dirigida a uno de los inspectores. Este la agarró y se sentó en su escritorio. Abrió la carta y de ahí solo salió una memoria USB.  Lo colocó en la torre. Esperó unos segundos a que este apareciera en su pantalla. Solo se mostraba un elemento, un vídeo. Se puso unos auriculares para no molestar a sus compañeros. Le dio doble clic al vídeo y empezó a reproducirse. En cuanto acabó de verlo, se quedó estupefacto. A través de su rostro expresaba: ira, odio, rencor, incredulidad. Agarró el pendrive y se levantó muy enfadado. Cruzó el pasillo, abrió la puerta sin pedir permiso y entró.

- ¡Inspector Santos! ¿No se le ha enseñado a llamar a la puerta? –Le dijo el comisario Figuel.

- Tiene que ver esto. –Le mostró el USB con mucha urgencia.

- ¿Qué es eso? –Preguntó el comisario sin importarle lo que había ahí dentro.

- Ha vuelto. –Dijo el inspector muy serio.

- ¿Quién? –Preguntó harto de que el inspector no le fuera claro.

- Solamente véalo y lo entenderá todo. –El comisario agarró el pendrive con mala gana. Cuando acabó de ver el vídeo, se quitó las gafas. Con los dedos de su mano izquierda se frotó los ojos dejando ver un rostro cansado.

- Esto no quiere decir que sea él. –Le dijo el comisario.

- Es él. –dijo el inspector enfadado ante la negación de su comisario. Se fue del despacho con un portazo y volvió a su escritorio. 

Hasta aquí la primera parte. La semana que viene se vendrá más.


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