───❞¿No es encantador, estar
────completamente sola?❝
Soojin y Shuhua despiertan en una
caja de cristal, completamente solas,
sin recordar nada de sus vidas.
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Shuhua desarrolló la costumbre de tomar la mano de Soojin todo el tiempo desde entonces.
Sus ojos siempre parecían asustados, y muchas veces Soojin tomaba sus mejillas para mirarla fijamente, los ojos de la mayor eran lo contrario, fríos y tranquilos, eran lo único que podía relajarla.
Y era extraño pero hermoso, cómo la mayor notaba el pánico crecer en Shuhua, y cómo simplemente tomaba su rostro, aplastando ligeramente sus mejillas y se acercaba hasta que la vista era sólo ella, enfocaba los ojos en la otra, conectaban miradas y se quedaban allí largos minutos, sin decir o hacer nada más, hasta que finalmente Shuhua la abrazaba como agradecimiento, cuando aquello funcionaba y se sentía más tranquila, un poco más a salvo.
Se encargaban de caminar juntas, de la mano, haciendo avanzar los cristales en sus tiempos de aburrimiento, sin más, viendo a la nada eterna e infinita.
─¿Crees que en verdad podramos salir de esto?─ era una pregunta que Shuhua formulaba cada tanto, que Soojin últimamente contestaba de la misma manera.
─ Aunque cueste una noche o cien años─ decía, asintiendo. ─Algún día saldremos de aquí.
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