Detrás de Cámaras

Capitulo 2 - Hábitos

 Seulgi miraba con detenimiento la caja en su mano. Los distintos diseños eran variados y mentiría si dijera que era fácil elegir entre una y la otra. Por su parte Irene miraba los colores, no era tan difícil para ella, blanco y negro. Cuando pensaba en Seulgi y en ella era como pensar en en el día y en la noche.

Seulgi le daba luz a su vida.

Irene iba descubriendo distintas facetas de Seulgi. Lo concentrada que se veía , lo mucho que había crecido como persona y profesional. Pero no cambiaba el hecho que fuera olvidadiza y torpe a veces

Irene se encontraba riendo al ver a la bailarina tirar unas cajas por accidente

Seulgi volteo para mirarla con una sonrisa en su rostro.

No era fácil hacer decisiones y menos cuando se trataba de su primer mini álbum como subunit. Se quedó pensando agachada mientras levantaba las cosas

"Va a parecer que estamos promocionando y vendiendo perfume en vez de música"

Irene río

La risa de su líder había comenzado a ser el sonido favorito de Seulgi. Pasar más tiempo juntas la hizo ver en la mujer que Irene se había convertido. Elegante, sofisticada, fría ante las personas que no la conocían pero en el fondo amable y amorosa.

Hermosa

Pensó Seulgi

Simplemente hermosa

Muchas veces le decía lo linda que era pero últimamente no sabía si se atrevería a decirle lo hermosa que es.

Irene se dio cuenta que la estaba observando, la miró de reojo y arqueó una ceja.

Seulgi abrió la boca para decirle lo que hacía tiempo pensaba, era la oportunidad correcta, estaban solas.

Los celulares sonaron arruinando el momento.

Al mirar sus respectivos dispositivos vieron las fotos promocionales.

"Debería de ser un aviso de shampoo"

"¿Quien hace las bromas ahora?" rio Seulgi

-

Cuando se trataba de bailar nadie podía comparar a Seulgi. Sus movimientos eran limpios, poderosos y elegantes cuando eran necesarios.

Irene se sentía libre cuando bailaba, pero a veces sentía que se había vuelto un poco vieja y que no podía seguir el ritmo. Menos a Seulgi

Una de las manos de Seulgi encontró su camino en la nuca de Irene, el apoyo que estaba recibiendo la espalda de Irene eran nulos.

Los dolores en su cuerpo los sentía, apenas podía caminar a veces. Terminar en el hospital no era una opción agradable pero así fue.

Irene descubrió que Seulgi se transformó en su sombra o tal vez siempre lo había sido. Siempre era ella quien cubría sus oídos cuando había pirotecnia, la ayudaba a bajar las escaleras si los tacos eran demasiado altos o la abrazaba en esos días de frío en el aeropuerto, con millones de cámaras intentando sacar la mejor foto.

Se dio cuenta que debía de ser siempre perfecta, pero la realidad era otra. Si fuera perfecta no estaría en una cama de hospital.

Las personas suelen decir nada es perfecto, pero la realidad es que buscan la perfección. Irene no era la excepción

"Dijimos que no tenemos que dar problemas"

Últimamente Irene se encontraba diciendo lo que pensaba libremente, eran ella y Seulgi. Aprendió que sus palabras estaban a salvo con la joven.