57 - AMIGOS

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Unos meses más tarde...

Alba

King se había adaptado fenomenal a casa, era un amor de perro, siempre estaba revoloteando para jugar o para que le diésemos mimos. También jugaba mucho con Queen. La verdad es que la gata era ya mayor y no aguantaba mucho los juegos del cachorro de la casa. Uno era muy movido y la otra muy calmada. 

En casa desde luego que no te aburrías, y ahora que no estaba Natalia, toda la faena de las fieras era para mi, pero no me quejaba. Natalia se había marchado de gira, estaba acabando la gira, le quedaban un par de conciertos y ya por fin, tendría vacaciones. Iba a cerrar la gira en la ciudad, un recinto para más de diez mil personas y la mayoría de entradas ya estaban vendidas. 

En unos días venía ya para preparar el cierre de gira, la verdad es que la echaba bastante de menos, llevaba dos semanas fuera. Por suerte, mis amigos y yo hacíamos bastantes planes juntos. Quedábamos casi todas las noches para tomar algo que siempre se alargaba hasta bien entrada la madrugada. 

Durante este tiempo sola, había vuelto a pintar, la mayoría de mis dibujos eran de King y Queen. Tenía la mesa llena de dibujos, algunos incluso seguramente iba a enmarcar. Estaba tan concretada con el carboncillo que no escuché la puerta ni los pasos de Natalia entrando en casa. 

Natalia: Hola preciosa.

Pegué un bote en el asiento que el carboncillo salió volando hasta llegar a los pies de Natalia. Me puse la mano en el pecho, notaba el corazón a mil por hora del susto.

Alba: ¿Pero... qué haces aquí?

Natalia: Sorprenderte. 

Alba: Eso desde luego que sí, me has dado un susto de muerte. 

Me levante corriendo y fui a abrazarla. Me encantaba enrollar mis piernas en su cadera y que me agarrase del culo mientras nos besamos. Cuando me dejo nuevamente en el suelo, la mire, tenía la sonrisa más bonita del mundo. 

Alba: ¿Cómo estás?

Natalia: Cansada, pero muy feliz de estar aquí contigo y con mis pequeñajos. 

Miramos hacía abajo y vimos como Queen y King se enrollaban en nuestros pies. Ellos también habían echado de menos a la morena. Recogí el carboncillo del suelo y nos fuimos, todos juntos al sofá. 

Preparé la comida mientras Natalia no paraba de contarme anécdotas del último concierto. Después de comer, iban a venir a casa Julia, la Mari y Miki. Que también querían ver a Natalia. Nos pasamos la tarde entre risas y juegos de mesa. Finalmente pedimos unas pizzas y cenaron en casa. 

La Mari no paro de contar historias que le habían pasado en este tiempo, en el bar se pasaba la vida pero se enteraba de todo y le pasaban cosas inexplicables. Acabamos llorando de la risa con sus aventuras detrás de la barra. 

Me puse a mirar el grupo tan diverso que eramos y cada uno aportaba una cosa al grupo. Sin duda, la Mari aportaba la locura, Julia la sensatez, Miki la calma y Natalia el amor. Eramos un grupo que nos habíamos fortalecido con el tiempo. Era la familia que me había buscado y sin duda eran los mejores. Me habían acompañado en los mejores momentos de mi vida y también en los peores, para esos estaban los amigos. 


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Se que un capítulo un poco light y corto, pero os digo que el próximo será muy bonito. Pasará algo que... Ya lo veréis, solo tenéis que esperar un poquito.

¿Os ha gustado este capítulo?

Twitter: EresRefugio

La chica de los ojos verdes #AlbaliaWhere stories live. Discover now