¿Qué hacía a esa hora?

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CAPITULO 1 

Actualidad

“Dios que este bien, no permitas que nada les pase, se que ella no me merece pero por favor solo por favor permítele vivir, déjala a mi lado no te la lleves”.

Repetía una y otras y otra vez el mismo mantra desde que Sarah me llamo diciendo que había ocurrido un accidente, no la deje hablar solo le pedí que me dijera a que hospital la derivaban.

Es loco, me siento dentro de uno de sus libros románticos que ella lee, el se manda una cagada, trata de recuperar al amor de su vida y por una estupidez ella se va de su lado, pero no es eso lo que paso esta vez si me mande una cagada y si la lastime, más de lo que ya estaba lastimada, ella es muy dulce, es inocente, pura y ya paso por mucho antes de que yo la arrastrara a un pozo donde…. Donde… al diablo con todo el razonamiento de donde la arrastre solo ella era, es frágil y yo me di cuenta de eso pero no me importo y la destroce.

Como pude Salí de la cama, no antes de haberle dejado con la palabra en la boca a Sarah luego de haberle colgado. Mire el reloj que mostraba que eran las 5:30 de la mañana ¿Qué carajos estaba ella haciendo a esa hora?

Mientras buscaba que ponerme para salir me choque con todos aquellos errores que cometí mientras ella no estaba a mi lado. El alcohol. Botellas y botellas y más botellas vacías desparramadas por todo el suelo de la habitación. Había desde latas de cerveza, botellas de tequila, hasta botellas de licores todas ellas vacías. Gracias a Dios que me encontraba de vacaciones en el trabajo si no en este preciso momento me encontraría en desempleado. Claro que primero mi padre me daría la charla de ¿Qué mierda está pasando contigo? Pero luego el me recontrataría, eso era técnicamente el pro y la contra de que seas el hijo del dueño de una de los bufet de abogados más importantes del país.

Pero eso sin primero lo iba a pagar y muy caro.

Me metí dentro de unos jeans que encontré, luego hice lo mismo con una remera negra, busque algún calzado a mano y encontré las zapatillas de correr. Entre al baño y me mire al espejo. Pedí a alguien a quien sea mentalmente que me sacrificara, era un desastre, barba de más de tres días se asomaba en mi cara mi cabello era el descontrol total, largo y rizado, a todo esto rubio. Gracias papa. Ojeras de ocupaban todo mi rostro y ojos inyectados en sangre. Si de verdad te das cuenta no dormí nada desde que se fue, eso desde hace ya seis meses. Bueno si dormía unas horas pero luego me la pasaba vagando por la casa como alma en pena.

 Le lave los dientes, arregle  el manojo de estambre que tengo de pelo y salí de la casa, como alma que la lleva el diablo, solo con la documentación del auto, la mía, algo de plata, las llaves del auto y de la casa y el celular.

Me zambullí dentro del auto, coloque las llaves en la ranura y lo encendí.

Conduje por la línea de límite de velocidad. Algunos semáforos me los saltaba otros los respetaba cuando llegaba a las grandes avenidas la espera de los malditos semáforos se hacía eterna. Con cada parada siempre repetía para mis adentros el mantra que me había inventado “Dios que este bien, no dejes que nada le pase”.

Llegue al hospital salte del auto, y me dirigí hacia la puerta emergencia pero me detuve pues alguien me llamaba

“Kevin” me di vuelta y Sarah venia corriendo hacia mí sus padres, Mónica y Jose venían siguiéndola.

“Sarah, pensé que estabas dentro”  llegue a decir. Solo quería entrar y no perder el tiempo aquí afuera.

“no recién llegamos,” paro delante de mi y se agacho colocando sus manos sobre sus rodillas mientras su respiración volvía a la normalidad “llame a Juan, antes de salir, diciéndole que veníamos,  el esperaría hasta que llegara” se enderezo “cuando bajamos del auto me llamo dijo que ya llego”

“bueno que estamos esperando entremos” me di media vuelta y entramos al establecimiento.

El olor a desinfectado y limpio me rodeo, el estomago se dio un vuelco y la sensación de vomitar lo poco que había comido en el último tiempo quiso salir y terminar en el piso.

Lleve mi mano hacia la nariz para poder tratar de hacer desaparecer un poco el aroma, trastabille hacia atrás y fui atrapado por Mónica “¿Estas bien?”Asentí con la cabeza “¿has comido algo?” espero a que contestara, pero no lo hice, exhaló “cariño, me doy cuenta que hice una estúpida pregunta, me doy cuenta que no has comido hace mucho estas pálido y un poco flaco, cuando tengamos noticias pronto promete que comerás algo”

“si, señora” conteste. Me sonrió.

Jose se acerco a la recepción intercambio unas cuantas palabras con la enfermera, esta le hizo señas con su brazo derecho enseñando indicaciones. Jose le agradeció y se acerco a nosotros de nuevo “vamos”. Lo seguimos.

Pasamos por pasillos dimos vueltas por esquinas, me sentía perdido, esto era un laberinto. De pronto Sarah sale disparada hacia adelante, veo hacia donde se conduce abre los brazos y se acomoda en los brazos de Juan. El le beso la coronilla y ajusto más sus brazos alrededor de ella. Con solo verlos sentí envidia, ellos estaban realizando un acto que yo hace meses soñaba con hacer.

Sentí una presión en mi hombro gire la cabeza y Jose había colocado su mano sobre mi, me dio una sonrisa llena de tristeza “ella estará bien” yo asentí, también sonreí pero por dentro algo me decía que en estos momentos nada estaba bien nos reunimos con Juan y Sarah

“¿Cómo esta?” pregunto Mónica.

“llego muy golpeada, según por los que pude sacarle a los paramédicos, cuando ellos llegaron los bomberos tuvieron que arrancar la puerta del auto y sacarla con cuidado, por su condición, cuando pudieron asistirla vieron el auto dado vuelta el pavimento se encontraba mojado por la pequeña lluvia que hubo y derrapo, por lo que vieron ella estaba escapando de alguien, por las marcas que dejaron las ruedas”.

Sarah se llevo la mano a la boca, lagrimas empezaron a aparecer en la cara de Mónica, Jose la sostenía mirando el suelo y a mi pues la sangre me abandono no me quedo una pizca de ella.

“hay mas” dijo. Mas, mas de que lo que nos dijistes eso es imposible grite mentalmente. “cuando llego sus brazos estaban cortados, esas no son heridas de un accidente automovilístico” alguien le hizo daño pensé “está muy complicada” sentí que me mareaba “pero…”

“¿Pero qué?” pregunto Jose

“recibió un disparo” mis rodillas cedieron y tocaron el piso, al lado mio Sarah se derrumbo y lloro fuerte muy fuerte.

En estos momentos mi mundo se derrumbo.

ella es MIA (EEM #1) #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora