XVI

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Las hermanas Susan y Lucy quienes habían seguido a el león y la protectora hasta la mesa de piedra y habían presenciado el terrible suceso

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Las hermanas Susan y Lucy quienes habían seguido a el león y la protectora hasta la mesa de piedra y habían presenciado el terrible suceso.

Se acercaron a donde estos ya hacían inmóviles, la pequeña Lucy llena de esperanza les quiso dar del líquido rojo que guardaba en su frasco

-No, ya es tarde- la detuvo su hermana mayor y está se echó a llorar desconsoladamente -Debieron saber que hacían- le dijo Susan para tranquilizarla.

Unos pequeños ratones que habían llegado empezaron a roer sus cuerdas       - ¡No! Déjalos- exclamó Susan espantando a las pequeñas criaturas -No, espera- le dijo su hermana suavemente al darse cuenta de que los pequeños estaban soltando los amarres de ambos asi que ellas decidieron ayudar quitando algunos nudos.

-Es tarde, tenemos que irnos- dijo la mayor levantándose de la mesa de piedra -Pero no quiero dejarlos- contestó Lucy aferrándose a sus amigos -Tenemos que avisarles- insistió Susan -Los árboles se encargarán de ello- dijo Lucy con mucha seguridad.

Un árbol que estaba escuchando decidió atender la petición de la pequeña y con los pétalos de sus flores formó la figura de una mujer para visitar a los príncipes y protectores dándoles la desafortunada noticia.

-Reyes- dijo el árbol alertando a Edmund y Peter que dormían

-Pet- dijo Edmund advirtiendo la presencia del ser y el hermano, nervioso, desenfundó su espada -Tranquilos, traigo noticias tristes de parte de sus hermanas, lamentablemente el gran Aslan y la protectora Oeste fallecieron a la madrugada- y al decir esto se desvaneció.

Los hermanos junto con Orius y el resto de los protectores estaban planeando la estrategia, las tropas de Jadis estaban en camino y no había tiempo para lamentarse

-Tu nos dirigirás- dijo Norte dirigiéndose a Peter

-No, no podré hacerlo, apenas tengo experiencia- dijo el príncipe bastante angustiado

-Aslan y Oeste confiaban en ti- dijo Este quien, sin que se notara, se limpió un par de lágrimas de sus ojos, él para quien esa noticia fue lo suficientemente fuerte para despertar su corazón, pero debía ser fuerte, se lo debía a su hermana, a su complemento.

-Tiene razón, todos confiamos en ti- dijo Edmund lo cual le dio a Peter más confianza e inundo su corazón de valentía

-Entonces ¿Cuáles son sus órdenes general? - preguntó Sur, Peter levantó la cabeza y con ayuda de los guardianes planearon una estrategia.

Salieron de la carpa y Este, tembloroso, se acercó a Edmund

- ¿Estas bien? - le preguntó al príncipe, él estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de cuidar del chico

-Es mi culpa, están muertos por mi culpa- le respondió el muchacho poniéndose su armadura mientras se forzaba a guardar sus lágrimas Eres valiente repetía las palabras de su guardiana

-Ella no está muerta- dijo el guardián con lo que captó la atención del chico

-Si, su cuerpo yace inerte en la roca de piedra, pero al ser una parte de Narnia no se va del todo, su esencia, su alma regreso a los vientos y nos protege desde cada lugar donde estos llegan- concluyó, Este necesitaba creer en sus propias palabras más que nunca

-Tú corazón...- mencionó Edmund señalando las temblorosas manos de Este, él respondió poniendo un dedo en su boca en señal de silencio a lo que él rey contestó asintiendo con la cabeza.

Con la estrategia planeada se dirigieron a la batalla, Peter lideraba las tropas del frente apoyado de Norte,

Edmund y Sur lideraban a los arqueros desde una colina y Este lideraba las tropas de atrás junto con Orius

Bajó un grifo que era el responsable de cuidar los cielos a avisarle a Peter que las tropas de Jadis ya estaban en camino

-Se acercan las tropas majestad, pero nos superan en número- dijo el grifo bastante preocupado

-Los números no ganan batallas- dijo Norte -No, pero quiero creer que ayudan bastante- dijo Peter nervioso.

La bruja la cual iba en un carruaje jalado por un par de enormes osos polares y que llevaba una armadura dorada; detuvo sus tropas dónde correspondía, Peter dirigió la mirada hacia donde estaba su hermano el cual le demostró su apoyo asintiendo con la cabeza y acto seguido volteó a ver a Sur la cual hizo lo mismo sonriéndole, Peter, con más seguridad, desenfundó su espada lo cual hizo que las tropas avanzarán y lo mismo hicieron las de Jadis. Empezando la guerra.

- ¿Te quedarás conmigo? - le pregunto Peter a Norte -Hasta el final- le contestó

- ¡Por Narnia y por Aslan! - gritó Peter, y el y Norte se unieron a la batalla junto con sus tropas.

-Es tarde Lucy, tenemos que irnos- le dijo Susan a su hermanita levantándose de la mesa de piedra

-Tengo frio- dijo la pequeña abrazando a su hermana, ambas estaban bajando las escaleras cuando el suelo empezó a temblar

-¡Susan!- gritó asustada y está la abrazo con más fuerza, cuando todo se calmó voltearon a ver a la mesa al escuchar un fuerte crujido, pero los dos cuerpos habían desaparecido y solo se encontraba la mesa partida justo por la mitad -¿Y Aslan?- preguntó Susan -¿Y Oeste?- preguntó Lucy buscando a su alrededor y junto con los rayos del amanecer se vieron dos siluetas caminando juntos por una pequeña colina, Aslan había recuperado su melena y Oeste tenía su larga y ondulada cabellera azabache

- ¡Aslan!¡Oeste! - exclamaron las hermanas las cuales se acercaron corriendo a abrazarlos -Pero, el cuchillo, lo vimos todo- comentó Susan bastante confundida

-Si la bruja hubiera entendido el verdadero significado del sacrificio hubiera interpretado la gran magia de otra forma- dijo Aslan, pero las hermanas no quitaban la cara de confusión

-Si un inocente, que no ha cometido traición alguna, es ejecutado en la mesa de piedra el cemento se romperá y hasta la muerte dará marcha atrás- les explicó la guardiana.

-Ya se ha dado la noticia de sus muertes a nuestros hermanos- dijo Susan mientras bajaban las escaleras -Supongo que ya debe haber empezado la batalla- comentó la protectora

-Pues iremos a ayudar- dijo Lucy desenfundando su daga y el león en un gesto dulce con su pata le bajó la mano

-Asi es pequeña, pero necesitaran apoyo, suban a mi lomo- dijo Aslan y Lucy y Susan obedecieron

-Si no les molesta, prefiero ir inmediatamente a ayudarlos- Oeste estaba impaciente por acercarse a la batalla, Aslan asintió con la cabeza y asi cada uno se separó.

𝗟𝗔𝗧𝗜𝗗𝗢/ El león, la bruja, la profecÍa y los guardianes (LCDN#1)Where stories live. Discover now