Capítulo 8 - A dos años; segunda parte.

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Lan SiZhui gustaba de observar cómo el cielo iba cambiando su vida a través de colores azules, grises y rojizos. Le parecía interesante y mágico cómo unas horas de diferencia podían transformar algo de manera tan simple y armoniosa. Ése día, el cielo de la mañana estaba de un azul claro y brillante, con alguna que otra nube desbalagada que le daba un toque mucho más bello.

Estuvo un buen rato observando el cielo mientras estaba sentado en el portal del Jingshi. Había llegado un poco antes de la hora estimada a su lección por el simple y mero hecho de que le gustaba estar ahí. Se sentía como un pequeño pajarito que volvía al nido.

En algunas ocasiones sus compañeros llegaron a preguntarle cómo era el famoso Jingshi por dentro, les causaba curiosidad el gusto de Lan SiZhui por estar en ése lugar aun cuando Hanguang-Jun era una persona muy seria. Así que, se imaginaban que había algo más ahí que resultaba interesante. Por supuesto Lan Yuan nunca dio detalle, por el hecho de que en realidad la residencia era, bella, pero bastante sencilla, a tonos claros y solo con las cosas necesarias.

Pero esa no era la única razón, hablar sobre ello también lo sentía como una invasión a la privacidad de Hanguang-Jun y si era muy sincero consigo mismo, se sentía un poco receloso de "mostrarles" a los demás algo de lo que él tenía el privilegio y le había hecho sentir cálido el corazón desde que tenía memoria.

Un par de pasos alcanzaron a escucharse cuando Lan WangJi entró por el sendero que llevaba a su residencia. Lan SiZhui se levantó de inmediato y le sonrió. Aunque el rostro del Jade no reveló nada había un bonito sentimiento entre ambos.

Apenas unos minutos después Lan WangJi regresó a donde estaba Lan SiZhui. Se había quitado la capa que llevaba encima y traía a Bichen acomodada sobre su espalda.

Los días en los que salían de Cacería Nocturna a Lan Yuan le gustaba mucho entrenar durante un rato con su padre. Si bien los entrenamientos grupales no paraban durante la semana, el que más disfrutaba él era ése, en el que Hanguang-Jun le mostraba ciertos movimientos y el trataba de copiarlos y dominarlos.

Una de las diferencias que le gustaba de ése entrenamiento era que, como no había peligro de herir accidentalmente a alguien, podía usar su espada real y apegarse aún más a ella. Otra cosa es que, cuando era hora de combatir contra Hanguang-Jun no tenía miedo de atacar porque no existía peligro al ser su maestro alguien tan experimentado.

—Maestro —la debida reverencia fue realizada y correspondida.

Mientras distintos movimientos en ofensiva eran hechos y Lan SiZhui se defendía, no se dio cuenta de que, desde varios minutos atrás, Lan XiChen y Lan Qiren habían hecho acto de presencia y lo estaban observando con bastante interés.

Lan WangJi hizo una señal para que se detuvieran y después se giró hacia su tío y hermano, les dio una reverencia y vio de reojo como su hijo hacía lo mismo.

—A-Yuan ya domina bastante bien el estilo de pelea Lan —halagó Lan XiChen mientras le daba unas palmaditas en el hombro al mencionado y volteaban a ver a Lan Qiren—. ¿No lo cree, tío?

Lan Qiren, bastante satisfecho, asintió.

—¿Recuerdas cuando tío nos entrenaba, WangJi? —siguió hablando el Primer Jade con una sonrisa melancólica por los buenos momentos que vividos—. No es por nada, A-Yuan, pero tuvimos al mejor Maestro de Espada dentro del mundo del cultivo... —lanzó un suspiro y se rio—. Hubo una época en la que poco me faltó para dormir con Shuoyue porque solo quería entrenar con nuestro tío.

Esta vez fue Lan WangJi quien asintió, confirmando lo que su hermano había dicho.

Los Jades de Gusu podían ser vistos como seres legendarios por todos, pero, cuando estaban con su tío, y terminaban por recordar momentos importantes de su pasado, volvían a ser el par de niños que admiraban enormemente al hombre que los cuidó como a unos hijos.

Recuerdos impregnados del primer amor | v.1 | Lan MeiLingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora