Parte 19 - Madelyn

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Pasaron unos cuantos minutos hasta que se tranquilizó, debió costarle lo mismo decirlo en voz alta como a mi.

-Gracias por habérmelo contado y haber confiado en mi. - le agradecí casi en un susurro.

-Siento mucho tu pérdida...quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites. 

-Gracias. - respondí. Nos quedamos unos minutos más en silencio, los dos estirados en su cama, con la vista fija en el techo. - ¿Tienes helado?

Se levantó de la cama con una sonrisa e hizo un leve movimiento de cabeza hacia la izquierda, dándome la respuesta que buscaba. Le seguí por el pasillo hasta la cocina, me até con fuerza la toalla y me senté en el mismo taburete de antes.

Nueve se agachó para abrir el congelador y sacó tres tarrinas de helado, una de chocolate con brownie, una de menta con trocitos de chocolate y otra de dulce de leche. Las dejó encima del mármol y sacó dos bols y dos cucharas.

-Me gusta combinar helados. - comentó dando la vuelta a la isla para sentarse junto a mi en el otro taburete. Sonrió, enseñándome sus perfectos dientes, y pude ver el desconcierto en sus ojos.

-¿Qué te pasa? - le pregunté.

-Nada. - contestó abriendo las tarrinas.

-Creo que ya tenemos la suficiente confianza como para que me respondas a esa pregunta con sinceridad. - comenté cogiendo una de ellas y empezando a ponerme helado en el bol.

-Cierto - asintió él - es solo que, no sé, me siento cómodo contigo.

-¿Y eso es malo? - pregunté empezando a comer.

-No, es inusual, no suelo sentirme cómodo con mucha gente. - concluyó.

-Háblame de tu familia. - le pedí.

Nueve suspiró y se reclinó en el taburete, pensando bien en sus palabras. Era increíblemente atractivo, llevaba algo de barba de varios días, cosa que lo hacía ver algo más mayor de lo que era. Era un hombre tranquilo y sereno, con a veces puntos en los que perdía un poco el control como hoy con el hombre baboso. Pero me gustaba su personalidad y su carácter, cercano pero no empalagoso, reservado pero tampoco frío y sin duda educado.

No se parecía mucho a Bruno ni a ningún otro chico con el que había estado, no me lamia el trasero pero era observador. Y eso era una de las cosas que más me gustaban de él. Me quedé en silencio, comiendo el helado mientras le escuchaba hablar.

Nueve
-Mi padre había estado casado dos veces antes de casarse con mi madre. Con su primera mujer, Rita, tuvo tres hijos. Tres hombres que ahora están casados y con hijos o a punto de tenerlos. Con su segunda mujer tan solo estuvo casado un año, era una actriz de cine y querían cosas distintas así que se acabaron divorciando. Mi madre había estado casada una vez, dio a luz a un niño y a una niña, ambos están en Australia viviendo con su padre así que no los veo mucho. Cuando mis padres se conocieron se enamoraron el uno del otro en seguida, amor a primera vista supongo. Mi madre dejó a su marido y se casó con mi padre. Tuvieron a Erika y dos años más tarde a Madelyn y a mi.

-¿Cómo se llaman tus padres? - me preguntó Bella, con toda la boca manchada de chocolate.

-Blair y Donald. Mis tres hermanos mayores son Miles, Ruffus y Alex. Por parte de madre están Víctor y Susana y ya has conocido a Erika.

-Supongo que a Víctor y Susana no los ves mucho. - comentó pasándose la lengua por los labios.

-No. - respondí. - Solamente en verano y en Navidad, ellos tienen su vida ahí y yo aquí.

Tras el cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora