{We're back, bitches}

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La actualidad;

— Sirius... era obvio que mi padre y Malia se gustaban — dijo Hary cuando Sirius terminó de contar el verano de 1974.

Este sacudió la cabeza — Para todos era muy fácil verlo pero si hubieras conocido a tu padre o a Malia sabías que eran las personas más observadoras y que calaban los sentimientos de las personas menos de cuando se trataban de los suyos propios.

— por no hablar de lo tercos y cabezotas que eran — añadió remus que se había sentado en la cama con ellos — creo que el peor año de todos antes de que se dieran cuenta fue cuarto grado ¿recuerdas la de peleas que tenían?

— ¿Que si las recuerdo? Fueron mis dolores de cabeza durante nueve largos y tortuosos meses — dijo riéndose nostálgico.

Remus ladeo la cabeza sonriendo, hacía tiempo que no recordaban los buenos momentos y lo estaban disfrutando, al menos dos de ellos.

— ¿Porque esa cara Harry? — le preguntó su padrino.

La réplica exacta de su mejor amigo que en paz descansara miró intensamente a ambos adultos antes de hablar;

— ¿Creen que exista la posibilidad de que Malia siga viva y pueda conocerla?

1 de septiembre de 1974.

— ¡Mamá, Papá, ya estoy aquí! — grito malia entrando en la cocina.

— Oh cielo, gracias a Morgana que te tenemos — dijo euphemia potter abrazándola — como todos los años, ya sabes que tienes que hacer.

Malia asintió mientras se tomaba una tortita rápida y subía escaleras arriba a despertar a James. Desde que el y malia se hicieron mejores amigos todos los 1 de septiembre iban juntos en el coche de los Potter, y como tradición, Malia solía ser quién despertara a James para ir juntos.

Justo cuando llegó al pasillo donde la habitación de James se encontraba, escuchó unos gritos.

— ¡Siempre es lo mismo James! ¡te damos todo y a lo mínimo que te pidamos te niegas! ¡nosotros no te hemos criado para que seas un desagradecido!

— ¡Es que no tengo porque hacerlo! ¡bien hago en irme a Hogwarts y perderos de vista!

Acto seguido, ante los atónitos ojos de Malia, Fleamont pegó un portazo saliendo del cuarto de su hijo.

Su rostros se suavizó al ver a la pelirroja al principio del pasillo — Oh hija, se me olvidó que venías, James se encuentra ya despierto.

— eso he oído... ¿todo bien pá?

Fleamont asintió con una sonrisa y tras darle un beso en la cabeza marchó escaleras abajo.

Llamó a la puerta antes de entrar, a sabiendas del humor de su mejor amigo.

— ¡No quiero seguir hablan... Maly.

el enfado que tenía el joven se disipó nada mas ver a su pelirroja entrar en su cuarto. Solo hacía un par de días que no se verían pero juraría que estaba aún más guapa. Tenía las mejillas tostadas del verano y aunque jamás conseguiría el bronceado de dorcan (algo que envidiaban todos los Prewetts) le sentaba muy bien el rosado en su piel. Llevaba una camiseta corta blanca con un dragon ceñida al cuerpo. Inevitablemente, su mirada se dirigió a todo el busto de la joven, el cual dejaba a la vista las lindas curvas que comenzaban a formarse en la pelirroja y las cuales se acentuaban mas con aquellos pantalones ceñidos al cuerpo.

《LA PRIMERA PELIRROJA》JAMES POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora