Capítulo XVI: Exceso de cortisol

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Desearía que pudiéramos retroceder el tiempo

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Desearía que pudiéramos retroceder el tiempo.

A esos viejos tiempos.

Cuando nuestra mamá nos cantaba para dormir.

Pero ahora estamos estresados.

-Stressed Out. Twennty One Pilots.


No es mucho el tiempo que llevo viviendo en Los Ángeles, pero en ese tiempo me he adaptado y enamorado de mi independencia, he descubierto que vivir sola es algo que me agrada. Claro, a veces extraño la compañía, pero me gusta tener mi espacio, poder caminar desnuda por el lugar si así tengo ganas de hacerlo, tener mi desastre las ocasiones que el tiempo no parece alcanzarme y otras cosas que solo las podrías hacer estando solo. 

La convivencia con Mason no ha sido mala, todo lo contrario. Ha sido una experiencia única y divertida, pero no puedo simplemente permanecer en su casa porque él así lo decida. Establecimos que estaría con él mientras obtenía los medios para conseguir mi propio lugar y dado que la situación, (además de Candice) ha agilizado ese proceso, es tiempo de que vuelva a tener mi espacio. Sí, el lugar de Mason es lo suficientemente grande como para no encontrarnos si así no lo queremos. Sí, es lujosa y llena de comodidades. Pero no puedo sacar de mi cabeza los encuentros que hemos tenido, las discusiones, las evasivas y las situaciones que nos han llevado a posturas incómodas o creado un conflicto. Necesitamos más espacio que ese. Además, es su casa, no mía.

—Entonces, ¿Te mudarás? —Pregunta nuevamente al ver que no tengo intenciones de responder.

—Mason, ese era el trato, ¿Recuerdas? Me quedaría contigo hasta conseguir un lugar y al parecer, Candice lo consiguió —digo levantando el sobre en mi mano.

—Por un momento pensé que olvidarías eso —dice bajando su voz.

—¿Olvidarlo? Mason, necesito mi espacio y tú también necesitas el tuyo —digo en calma, tratando de no pensar mucho en la situación.

—¿Es que acaso no te das cuenta? —Frunce su ceño y me observa confundido.

—¿Darme cuenta de qué? —Pregunto igual, confundida.

—Olvídalo —deja caer sus brazos a ambos lados de su cuerpo y sale del estudio.

—Iré por él, pero nuestro almuerzo sigue en pie —dice Connor antes de ir tras su amigo.

—Bien, eso fue... —inicia Reece.

—Incómodo —finaliza Gabriel aclarando su garganta. Dejo el sobre a un lado de la consola y retomo mi camino al interior de la cabina.

—Por favor, hagamos como si los últimos minutos no pasaron —pido a los tres hombres en la habitación, quienes asienten en silencio y Gabriel me indica cuál canción debo cantar después de calentar mi voz.

AZUL: Entre Letras Y Canciones #1 "Un Relato Musical" - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora