Mutua borrachera ¦KatsuDekuKatsu¦

Capítulo 07

|Plan A|

—Ejem... ¿Está grabando? ¿Uno, uno dos?

—Sí está grabando, idiota. —Se escuchó un susurro en respuesta. — ¿Quieres hablar más bajo? O nos descubrirán.

El susurro del camarógrafo provocó que el locutor bajara el volumen de su voz.

—Está bien, está bien. —susurró de manera inaudible.

El camarógrafo se pegó una palmada en contra su propio rostro. —Pero no tan bajo... —susurró. —Tampoco es que se trate de un Asmr, ¿sabes?

—Oh, entonces... —El locutor aclara su garganta una vez. —Uno, uno, un dos. —vuelve a decir aclarando su garganta por segunda vez. El locutor gira sus ambarinos dudosos hasta el camarógrafo. — ¿Así está bien? —inquiere, esperando que su tono de voz esta vez sea el adecuado.

—Sí... Sabes, me sorprende que del tiempo que llevamos aquí escondidos tras el sofá, esos dos no se hayan percatado de nosotros y nuestro absurdo método de poder hacer un reportaje decente.

Entonces el locutor aclaró una vez más la garganta. — ¡No te salgas de tu personaje, Kirishima, recuerda que estamos en una selva! —exclamó en un susurro apoyando sus manos con precaución sobre el respaldo del sofá, para entonces asomar sus ambarinos con cuidado. Luego de ello, bajo su mirada una vez más siendo escondido exitosamente tras el sofá. —Hermano, ellos ni puta idea de que estamos aquí, están más concentrados con los quehaceres. —añadió esta vez asegurándose de la posición de sus presas

Kirishima acomodó sus piernas, las rodillas ya le dolían en contra el suelo. —Bien, entonces comencemos. —susurró éste, con sus ojos clavados hacia el frente y acomodando su cámara.

Kaminari sonríe y con un pepino en su mano, comienza su trabajo. —Buenos días, ha comenzado tu programación favorita, animales salvajes en la selva. —explica mientras que con sutileza, Kirishima acomoda la cámara a por sobre el respaldo del sofá. —Aquí podemos ver dos especies en su hábitat natural. Hemos pasado por muchos peligros para llegar hasta aquí, pero, según nuestros cálculos, esta es la zona más segura y cercana para captar a estos dos animales salvajes en su zona de confort, que en realidad, no es tan confort, es decir, agh, seguro ustedes me entiende—

— ¡QUIERES DEJAR DE MIRARME! —exclamó Bakugou con molestia en la sala de estar, frente a la televisión. — ¡ME ENFERMAS! —agregó, presionando el palo de la escoba entre sus manos.

—Bueno, ahora seguro que sí que lo entienden.

Las esmeraldas de Izuku se abrieron de manera sorpresiva ante aquel grito, y de manera automática, parpadeó. — ¿Eh? —soltó inclinando levemente su rostro un tanto confundido, como también cansado de la actitud del rubio ceniza. —Uh... Yo solo estoy viendo la televisión. —respondió pasando su mano tras su nuca.

—Aquí podemos presenciar una pelea de orgullo, se está decidiendo quién será el macho alfa de la manada. Es una decisión difícil, ya que la especie pomeriana cree que está siendo acosado. ¿Qué relación tiene con lo primero que dije? —Kaminari se inclina de hombros con relajo. —Lo descubriremos luego del regreso de los comercia—

— ¿¡HAH!? —exclamó el rubio ceniza, dejando la escoba a un lado. — ¿¡Crees que no me doy cuenta!? —añadió dejando a relucir sus colmillos.

Un pepino se vio volando tras el sofá, incluso casi choca contra el techo. Por milagro, Bakugou y Midoriya estaban más concentrados en su pacífico intercambio de palabras que cualquier otra cosa.