XXVIII

66.6K 3.3K 487
                                    

Desafortunadamente, el miércoles por la tarde ya nos encontrábamos despidiéndonos de París hasta, según las palabras de Harry, una buena temporada. Nuestra estadía en Francia había sido breve, lo justo y necesario, ya que Harry tenía un montón de asuntos pendientes que atender en Londres, por lo que no podía permitirse unas vacaciones inesperadas. De este modo, viajaríamos de regreso juntos y en compañía de Louis Tomlinson, mientras que Zayn se quedaría a supervisar con Chantelle lo que serían los primeros días de funcionamiento del hotel, algo que me dejaba más tranquila, porque sabía que así podría aprovechar de supervisar un poco a Maggie.

Lamentablemente, no tuve oportunidad alguna para hablar con la mayor de los Styles de la manera en que hubiese querido, esto debido a que Harry estuvo a nuestro lado en todo momento limitando la conversación.

-Cuídate, hermanita, y dale las gracias al imbécil de tu novio por no aparecer en la fiesta -se despedía el rizado, abrazando a la rubia.

-Que idiota que eres, Harold. Casi puedo sentir que no te voy a extrañar -lo atacó ella, abrazándolo todavía más fuerte, contradiciendo sus palabras con ese gesto. Una vez que se separaron continuó diciendo:- Pórtate bien con Navah, ¿Si?

-Siempre -dijo, dedicándome una mirada de reojo y complicidad.

Acto seguido, la chica se acercó a abrazarme a mí mientras que Zayn se despedía de Harry y Louis.

-¿Estarás bien? -murmuré, preocupada, en su oído en medio del abrazo.

-Estaré bien, Navs. Anoche hablé con Josh -respondió, con voz serena. Una voz tan serena que por poco conseguía convencerme-. Extráñame, ¿Si? Te quiero muchísimo.

-Yo también -admití, y nos separamos.

Tenía que admitirlo. Me daba pánico marcharme y dejarla ahí con ese idiota que tenía por novio. Ese día más que nunca comprendí el odio y rechazo que sentía Harry hacia Joshua, y eso que ni siquiera lo había conocido personalmente.

Ya cuando por fin se acabaron las despedidas, los tres subimos al avión. Louis se colocó sus audífonos y no supo más del mundo, así como yo apoyé mi cabeza sobre el hombro de Harry, durmiéndome poco después del despegue.

(...)

El regreso a Londres había sido bastante agradable. Sin importar que el título de "novios" ya no corriera para mí ni para Harry, extrañamente parecía que nos estábamos llevando mejor que nunca. Definitivamente, ese pequeño viaje nos había hecho fantástico a los dos.

Por otro lado, estaba muy a gusto de poder retomar mis clases con Monique. Sabía bien que solamente habían sido un par de días sin bailar -ballet, por supuesto, el baile a Harry no contaba-, sin embargo, eso no evitaba que me hubiese sentido más que culpable. No obstante, me animó de sobremanera escuchar los sinceros halagos de mi profesora, quien -según sus propias palabras- apostaba a que dentro de un par de semanas, quizás, podría integrarme a los ensayos comunes con las demás bailarinas.

Inevitablemente, otro asunto que estuvo rondándome en la cabeza constantemente durante los siguientes días fue la idea de llamar a mis padres y tal vez en un futuro presentarles a Harry. De cualquier modo no quise profundizar demasiado en ello, pues lo único que conseguía con eso era ponerme más y más ansiosa, y la verdad, ni siquiera estaba segura de si al castaño le interesaría o no.

Una semana ya había transcurrido desde nuestro regreso a Inglaterra, y me sentía más feliz que nunca. Era extraño cómo poco a poco había comenzado a sentir una cierta seguridad en lo que respectaba a Harry. Más que nunca quería permanecer a su lado y no apartarme de él, lo cual no solo significaba algo positivo para nosotros dos, sino que también parecía ser lo único que me había estado faltando para hablar con Liam y su reciente ofrecimiento de escapar junto a él.

Million Dollar Man » Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora