Es Hogwarts, No Hoguwarts [WooSan]

CAPITULO 13: Reflejo

YeoSang suspiró ofuscado mientras se desparramaba en uno de los grandes sillones de su sala común, el mueble quejándose ante su abrupta caída, lo cual poco le importó. La sala común de Slytherin estaba prácticamente vacía, la mayoría se encontraba en Hogsmeade y los únicos que estaban en el lugar era unos cuantos alumnos de primero y segundo haciendo deberes, lo cuales, eran los menos.

Y ya que todos esos niñitos le tenían el suficiente miedo o respeto para intentar meterse con alguien de sexto año, YeoSang tenía la seguridad que nadie lo molestaría ahí ni tampoco tendría que soportar algún tipo de burla.

Si, podía estar tranquilo por un tiempo antes que llegara el resto, una caja de calderos de chocolate ya saliendo del bolsillo de su túnica gracias al hechizo de extensión indetectable que le había aplicado. Un hechizo difícil, pero que había valido las horas de ardua practica para poder obtener el satisfactorio resultado de agrandar sus bolsillos y llevar su preciado cargamento de dulces sin preocuparse que estos se cayeran de sus manos o tener que detener su compra por "falta de espacio".

Llevándose un caldero a la boca miró en dirección hacia donde estaban las habitaciones. Había visto a WooYoung entrar ahí justo cuando él ingresaba a la sala común y por como caminaba estaba seguro que su humor no era el mejor.

- Seguro que es por San- pensó negando con la cabeza dando ese tema por perdido, otro chocolate entrando a su boca, el whisky de fuego liberándose una vez más contra su paladar ante la primera mordida.

Definitivamente iba a esperar un poco antes de entrar a la habitación que compartía con el resto de sus compañeros de sexto año. No tenía ánimos ni ganas de encontrarse con WooYoung y sus mil planes de venganza contra el Hufflepuff, ni mucho menos ser parte de ellos. Si era sincero, en ese punto, estaba francamente aburrido de ellos.

Además, él tenía sus propios problemas en que enfocarse, por ejemplo JongHo.

Bueno, JongHo no era un problema en sí, sino más bien una incógnita.

Un gran punto de interrogación que aparecía en su cabeza. Cada vez que se lo topaba, las cosas nunca terminaban como YeoSang esperaba, el joven mago siempre logrando descolocarlo como hoy en Hogsmeade. Era tan extraño, como desconcertante, demasiado diferente a lo que conocía y estaba acostumbrado.

Sentía que hasta cierto punto lo ponía entre la espada y la pared, de una forma que lo hacía doblegarse y ceder terreno.

Aun así, pese a todo, no podía decir que JongHo le desagradara.

Pero es un Gryffindor... susurró una vocecilla maliciosa en su mente, agriando el gesto de YeoSang, sin gustarle el curso en el que iba su mente.

Tomando otro caldero de chocolate, miró de nuevo hacia su habitación, esta vez con expresión apremiante.

Le daría unos minutos más a WooYoung y después iría directo a la habitación hacerle frente a lo que fuera, se excusaría de que iba por algunos libros y se pondría estudiar.

Necesitaba centrar su cabeza en otra cosa y dejar de pensar en sus problemas. ¡Con urgencia!

Por su parte, WooYoung se encontraba en la habitación de Slytherin dando vueltas. Tal como había pensado YeoSang, su amigo se encontraba tirando maldiciones a diestra y siniestra mientras su mente revoloteaba en San y ese estúpido beso compartido en Las Tres Escobas.

No. No era el beso lo que lo tenía más alterado. Eran sus palabras.

"Dices que me odias, pero empiezo a creer que en realidad te gusto"