VENTURA [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C24 "Instante perfecto"

El camino a la clínica fue apresurado pero se hacía interminable, ella no reaccionaba y Damián le acariciaba el cabello con tanta ternura que el corazón de Fernanda quién lo observaba se estremecía. Al llegar al pueblo Héctor lo ayudó a bajar y Damián entró con ella en brazos, inmediatamente la atendieron, su reacción se dio de forma repentina, estaba confundida, asustada y con la vida revuelta.

Vivían: Héctor [susurró] ¿qué paso?

Héctor: te desmayaste muñequita [acarició su cabello] esta noche te quedaras acá porque te haré algunas revisiones. Damián y Fer están afuera.

Vivián: no los quiero ver y me quiero ir ya [intentó levantarse sin éxito]

Héctor: calma y por una vez hazme caso, yo me quedaré a tu lado [beso su mano]

Ella solo asintió, su cuerpo no tenia fuerzas para luchar con lo que sucedía, no quería ver a Damián después de lo que había pasado y Héctor le daba la seguridad que necesitaba en ese instante. Fernanda le buscó ropa limpia y Damián no se despegaba de la puerta afuera de la habitación.

Héctor: ve a descansar Damián, han sido muchas emociones y ella no te quiere ver ahora, dale un espacio.

Damián: se que están junto pero yo...

Héctor: muchacho [tomó su hombro] era mentira, Vivián te ama y se que tú eres su felicidad, no cometas mi error, lucha por ella así te aleje mil veces. Siempre la voy a amar y quiero para su vida lo mejor, lo merece aunque sea una terca.

Damián: la amo más que a mi vida, necesito hablar con ella [suspiró] pero tienes razón mejor será hacerlo mañana, pero no pienso moverme de aquí.

Héctor: eres tan necio como ella [sonrió] por eso se llevan bien. Fer [la miró] llévalo a descansar, los espero mañana temprano.

Héctor regresó a la habitación y ella ya estaba cambiada, sentada en la cama mirando perdida a la nada.

Héctor: dame un espacio [se sentó a lado de ella y la abrazó] todo estará bien, quita tus temores muñequita [besó su mano] la vida puede ser generosa y mágica cuando menos lo esperas.

Vivían: siempre tan fantasioso [rodó los ojos] la vida no es mágica como lo crees [negó] es dura y cruel.

Ella no lloraba, ya simplemente no podía derramar una lágrima más, se acostó y él la arropó, había notado en esa semana tantas cosas que un pálpito se hacía cada vez mas fuerte pero imposible decirle. Un dolor y una decepción más no la aguantaría, pero tal como lo dijo Héctor la vida podía ser muy generosa, quizá más de lo que ella jamás imaginaria. Un profundo sueño la vencio, fueron muchas emociones, sentimientos y sin sabores los de aquel día, él veló su sueño en todo momento con la certeza que el día de mañana sería mejor.

Héctor: sigues haciendo esos raros ruidos al soñar [sonrió mientras la veía abrir los ojos]

Vivían: sabes cuanto detesto que me mires dormir ¿Ya me puedo ir? [se estiró]

Héctor: aún no, necesito esperar los resultados de los laboratorios, es importante.

Vivían: ya te dije que estoy bien [suspiró] puedes darme los resultados en tu casa de la cual me voy hoy mismo por cierto y no quiero peros. Ahora [se levantó] voy al baño ¡Ah Héctor! me muero del hambre [gritó desde la puerta y cerró]

Él negó sonriendo, al salir a buscar el desayuno irremediablemente se encontró con un ansioso Damián, quien fue el transporte perfecto para el alimento, cosa que no le agradaría para nada a Vivián. Estaba entretenida terminando de maquillarse cuando escuchó la puerta y negó frustrada