𐄹 10

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— Lee, cálmate.

Estaban en la de Jisung después de que la presidenta del bloque de pisos obligara a todos a entrar a sus correspondientes apartamentos por seguridad y haber cerrado todo.

— ¡Mis gatos están solos en casa!¿Les habré dejado suficiente comida? Dori no duerme bien sin su biberón...— empezó a dar vueltas por el lugar, sin saber qué hacer.

Su teléfono sonó en la cómoda y lo tomó, confuso de ver a Changbin llamando.

— Oye, amigo, he venido a la dirección que me has mandado y ahora estoy atrapado con dos chicos... ¿dónde mierda estás? Ah no, tres chicos. Chan estaba conmigo y me acompañó al pensar que estaban secuestrado.— empezó a hablar Changbin nada más cogerlo.— ¿Estás fuera? Si estás cerca ven, creo que tendrán sitio... ¡Esto no es un hotel!— gritó una voz grave de fondo que no supo reconocer.

— Eh... estoy en casa de Jisung, justo al lado.— preguntó, sentándome junto al chico.

— ¿Jisung?¿El vecino?— preguntó otra voz, que supuso sería "Yunho" porque era la misma que la del chico de esa misma tarde. Hizo un ruido de afirmación.— No sé si podremos ir, aunque estés a unas puertas me da pereza y nos han prohibido salir del apartamento.

Bufó, dándose cuenta de que tendría que estar con Jisung toda la noche y probablemente parte del día.

Oh.

Colgó después de escuchar algunos chistes de abuela de Changbin.

— Me espías. Es imposible que justo cuando te dije que no quería quedar contigo chocáramos por obrA del destino.— habló Han, después de haber pensado demasiado en aquello.

Si tan solo supieras que esta es la única cosa que tiene que ver contigo que no envuelve lo "espía"

— ¡Seguro tienes en el móvil una aplicación que te permite verme incluso cuando estoy en el baño! Das miedo.

Se sonrojó. Dios, sí tenía que vigilarlo, pero nunca haría eso.

— Dices tonterías, demasiadas películas...

— ¿Cómo sabes que veo películas?

— ¿Es enserio?— preguntó riendo al ver el ceño fruncido del menor.— Tengo hambre.

— Cómete al perro.— se encogió de hombros, tomando el mando y cambiando de canal.

— Ok. ¿Tienes un cuchillo...?— rodó los ojos, empezando a hablar.

— No tengo perro, y aunque lo tuviera.— lo ignoró, siguiendo con su vista pegada a la pantalla.

Miró a su alrededor y decidió buscar la cocina por sí mismo. Le daban igual las normas de "es casa ajena", literalmente iba a morir si no comía algo.

Por suerte la primera puerta que abrió resultó ser la cocina, por lo que entró y empezó a rebuscar en el lugar.

Después de mucho arduo trabajo tuvo listos dos platos de ramen. Sí, dos. Era "irrespetuoso" pero sabía tener algún que otro detalle después de invadirle la cocina no estaría de más. También parecía que Jisung no comía demasiado en las grabaciones.

Salió sin quitarse el delantal y le dejó al "desconocido" la comida delante.

Jisung lo miró, riendo al principio y después viendo con sospecha la comida. Acercó el plato para olerlo, como si así pudiera detectar si le había echado veneno, y al ver que no contenía algún olor extraño que le indicara que llevaba drogas o aglo parecido, empezó a comer.

— Parecemos unas pareja.-—dijo Minho mientras comía, viendo las mejillas de Jisung inflarse y su rostro sonrojarse.

Eran más bonitas en físico.

Sonrió levemente, recordando las veces que se le antojó moldear las mejillas del desconocido.

Sin previo aviso, dejó el plato sobre la mesilla y saltó hacia Han, tomando sus mejillas y empezando a jugar con ellas.

— ¡Lee! Ni siquiera me conoces, quita tus sucias manos de...

— ¿¡Así le hablas a un desconocido!?— exclamó, volviendo a su posición inicial y enternecido por el rojo furioso del rostro del contrario.

— Eres más estúpido que por teléfono.— comentó, comiendo de su plato.

— Ya, que sigo siendo el mayor aquí.

secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora