You keep telling me that I am free to go

535 75 16
                                    


Las tardes siempre era la mejor hora para salir pues no habían tantas personas en la calle y se podía ir a donde se quisiera. Las personas que estaban caminado por la misma acera que Soonyoung no podían evitar lanzarle una mirada, su forma de vestir expresaba un buen status y su belleza sobre salía. A diferencia de otros jóvenes de su edad que tienen miles de tareas y preocupaciones, él no tenía nada de eso, había hecho un trato con su familia. Lo dejarían vivir como él quisiera hasta que cumpliera 25 años y entonces se dedicaría a aprender cómo manejar el negocio familiar. Aquel trato había hecho que Soonyoung pudiera viajar y experimentar de todo. Vivía su vida sin preocupaciones.

—Bienvenido.—Soonyoung escuchó la voz del empleado al abrirle la puerta.—tiene que comprar su pase para entrar.

—No es necesario, conozco al artista que hizo la exposición.—la mirada de Soonyoung ya estaba fija en la persona que se paseaba por el lugar.—El gran Jihoon.

Jihoon conocía bien esa voz, pero quería pensar que estaba escuchando mal. Con un suspiro el volteo a la entrada y ahí estaba Soonyoung sonriendo. Su tonta risa que hacía que sus ojos desaparecieran.

—¿Qué haces aquí?—cuestión Jihoon mientras se acercaba a la entrada.—creí que estabas de viaje.

—Esas no son formas de recibirme.—dijo Soonyoung viendo de pies a cabeza a Jihoon.—¿olvidas que soy tu único amigo?

—No eres mi amigo.—expresó Jihoon antes de dar media vuelta y dejar a Soonyoung.

Soonyoung sonrió y siguió los pasos de Jihoon, se estaba tomando el tiempo para ver la exposición realmente más allá de querer molestar a Jihoon. Cada pintura era tan única y expresaba demasiadas cosas, sabía que aquella exposición había sido difícil para su pequeño amigo pues la había realizado cuando pasaba por demasiados problemas y Jihoon no era de los que sabía expresar lo que sentía de una forma sencilla. No cualquiera lo llegaba a entender.

—¿Cómo estas?—Soonyoung seguía con la mirada fija en una de las pinturas.

—He tenido mejores días.—respondió Jihoon sin más.

—¿Por qué no me avisaste? Hubiera venido anoche.—la voz de Soonyoung era la misma a la de un padre molesto.

—Jamás se donde estas.—la respuesta de Jihoon había molestado al más alto.

Soonyoung conocía perfectamente a Jihoon, años de amistad lo hacía lo más cercano a una familia para él. Era un excelente artista, pero estaba solo, no tenía a nadie más que a Soonyoung.

—Te he dicho muchas veces que no importa lo que suceda, yo siempre iré a tu lado.—dijo Soonyoung volviendo su vista a la pintura principal.

Para Jihoon no era algo nuevo escuchar aquello de Soonyoung, podía asegurar que casi la mitad de su vida había escuchado aquellas palabras y no le molestaba, pero después de pasar por tantas cosas ya no sentía tanta necesidad de decirle a todos lo que pasaba.

—¿Cuando te vas?—pregunto Jihoon en un intento de desviar el tema.

—Ya no me iré.—aquellas palabras de Soonyoung habían hecho que el más bajito lo viera.—me canse de viajar, quiero tener algo que sea mío.

—¿Te cansaste de viajar? Si era tú amas viajar y mostrarle al mundo que tú tienes todo el dinero del mundo.—bromeo Jihoon.

—No hay nada que ame más.—Soonyoung se acercó a Jihoon para ver lo que hacía más de cerca.—que a ti.

La voz de Soonyoung le había causado un escalofrío en todo el cuerpo a Jihoon. Soonyoung siempre había sido una persona directa y cuando se dio cuenta que le gustaba Jihoon no dudo en decirlo y a pesar del rechazo él jamás dejó de recordarle que le gustaba y cuando quería verlo nervioso simplemente le decía que lo amaba.

—Salgamos.—Soonyoung tomó la mano de Jihoon.—ya trabajaste mucho.

Soonyoung no espero a tener una respuesta, solo jalo a Jihoon quien realmente no estaba poniendo mucha resistencia. Aquella amistad siempre había funcionado así, cuando alguno de ellos estaba pasando por un mal momento el otro iba a ayudarlo a olvidar un rato todos esos problemas. Para Jihoon tener a Soonyoung a su lado era una forma de seguir adelante y no rendirse tan pronto, era su pequeño rayito de sol.

—Hoy no te vas a deshacer de mi Jihoon.—la sonrisa en el rostro de Soonyoung le dio tranquilidad a Jihoon. En ese momento se dio cuenta que las últimas semanas no había tenido ni un solo momento de paz.

—¿A donde iremos?—cuestionó un Jihoon un poco más alegre.

—Se que te gustará.—respondió un Soonyoung confiado.

Ambos siempre se sentían cómodos juntos, pues a pesar de tantos años conociéndose aún sentían que habían muchas cosas por descubrir y jamás se cansaban de darse cuenta que siempre había algo nuevo por saber del otro, escuchar una nueva experiencia.

—Sabes que no siempre podrás hacer esto.—reclamo Jihoon.

—¿Acaso el gran artista Jihoon ya no tiene tiempo para mi?—Soonyoung observaba todo a su paso.

—¿Por qué eres tan tonto?—Jihoon se burlaba de su amigo.

—Si yo soy un tonto, ¿qué eres tú?—ambos se había detenido en medio de la acera dejando de las demás personas pasarán por su lado.

Jihoon siempre se sentían intimidado ante la mirada de Soonyoung pues era demasiado intensa y siempre parecía querer saber hasta sus peores pensamientos.

En otras circunstancias Jihoon estuviese muerto de amor por Soonyoung, pero no podía verlo más allá de su mejor amigo, sí lo adoraba con todo su corazón, pero no podía amarlo, no a él. Su meta era siempre cuidar a de él y para eso tenía que alejarlo aunque eso significara ignorar su destino a su lado.

—Soy un tonto también.—respondió Jihoon haciendo sonreír a Soonyoung.

—Por eso nos llevamos tan bien, entre tontos nos entendemos.—dijo el más alto mientras seguía caminando.

Si algo era cierto era que ambos se entendían bien y no solo porque eran amigos, entre ambos había una conexión que los dos eran conscientes que existía, pero no quería arriesgarse a explorar más sobre ese tema. No querían perder lo que tenían.

Art • SoonHoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora