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Capítulo 37: Libro II: Lo desconocido que tememos

Capítulo 17:

"Tenga en cuenta que desde ayer tuvimos que dispersarnos de manera preventiva, los procedimientos de hoy serán breves y decisivos. Ambas partes han preparado sus argumentos y solo tendrán una oportunidad de presentar sus casos, luego de lo cual nos dispersaremos y reuniremos mañana para el veredicto final . Entendido, que comience el proceso de hoy ", dijo el juez, golpeando su mazo.

Dumbledore se dirigió al centro de la sala del tribunal, sus lentes de media luna brillando a la luz del fuego. "La Defensa quisiera presentar primero a Su Señoría," dijo, y Harry se inclinó hacia adelante, escuchando ansiosamente cómo estaba a punto de presentar su argumento.

El último día había sido difícil, y habían sido horas de discusiones serias, ocasionalmente tensas, entre Dumbledore y Nicholas antes de que finalmente llegaran a la conclusión de que usarían la idea.

Harry tardó un poco en convencerse de que no condenaría al hombre. Nadie sabía adónde había ido Filch y, si lo encontraban, podrían esconderlo fácilmente hasta que la mente y la magia de Lisa se hubieran curado por completo y se pudiera saber la verdad. No tenían que condenar a Filch. Solo tenían que arrojar suficientes dudas en la mente de los votantes.

Nicholas lo había llamado, "ganando tiempo".

Harry no estaba muy seguro de estar de acuerdo con la evaluación, pero él fue el que se le ocurrió la idea después de todo e incluso si no le sentaba bien, era lo mejor que tenían por ahora.

Con un profundo suspiro, se volvió para mirar la compañía que tenía hoy.

Desde hoy, no se le había exigido que compareciera como testigo, le habían dicho que se sentara aquí en la galería de visitantes con la madre de Nicholas y Lisa, Margaret Turpin, que eran las únicas personas a las que se les permitía entrar debido a la naturaleza restringida del juicio. La naturaleza del arresto de Lisa se había mantenido en su mayoría fuera de la vista del público, y en realidad poco había llegado a los periódicos, lo cual fue bastante sorprendente.

"Me gustaría pedirle a Auror Dawlish que suba al estrado una vez más."

La voz de Dumbledore atrajo la atención de Harry hacia el centro de la habitación, que se veía mucho más pequeña a vista de pájaro que tenía en la Galería de Visitantes. Pero aún así, la forma de Dawlish era fácilmente identificable a sus ojos mientras se dirigía al estrado de los testigos.

"A lo largo de las últimas semanas, la fuerza de Auror ha estado revisando cada centímetro del castillo de Hogwarts, revisando encantamientos de seguridad, entrevistando al personal, investigando registros e informando los hallazgos al DMLE. ¿Estoy en lo correcto?" Preguntó Dumbledore amablemente.

"Lo eres", respondió Dawlish secamente.

"¿Y en qué momento el DMLE se dio cuenta de que Argus Filch, el cuidador de la residencia, no estaba en el campus?"

El manto casi tangible de curiosidad se solidificó sobre el Wizengamot mientras los miembros viejos y jóvenes observaban con atención, preguntándose a dónde iba esto. Dawlish también pareció un poco desconcertado por esa pregunta, y se tomó un momento antes de responder: "Nos dimos cuenta de que había desaparecido hace unos cuatro días, y lo confirmamos ayer por la noche después de que terminara nuestra búsqueda".

La declaración mostró debilidad, y Dumbledore no perdió el tiempo en avanzar en eso, "¿No has estado en Hogwarts durante semanas? ¿Por qué, en tu opinión, tomó tanto tiempo para que la fuerza de Auror se diera cuenta de que uno de los miembros del personal estaba ¿desaparecido?"