Capítulo 19

1.1K 217 28
                                    

Maya



Observo a Tom moverse a través de la casa. Parece estar buscando alguna cosa. Lo observo desde la mesa donde estoy intentando trabajar. Sin embargo, cada vez que pasa cerca pierdo la concentración.

—¿Necesitas ayuda? —pregunto con la esperanza que me escuche dónde sea que se encuentre.

—Por favor.

Me levanto y voy en su encuentro. Lo veo observando el librero de su oficina.

—¿Qué buscas?

—Estoy pensando donar algunos libros de música al orfanato —me responde mientras toma uno.

—¿Al orfanato?

Él asiente mientras revisa el que tiene en la mano.

—Sí, Martha me ha comentado que están preparando una sala de música y he pensado que podrían servirles a ellos.

—Vaya, eso suena increíble.

—Lo es —concuerda conmigo—. Si tienes tiempo, hoy iré con Dray a dejar algunas cosas, podrías venir con nosotros.

Es un sábado por la tarde, fuera de trabajar no tengo mucho más que hacer y amaría poder ver a Martha, a Sasha y a los niños. Los extraño demasiado.

—Me encantaría.

—No se diga más. Dray pasará por nosotros en media hora, por si quieres prepararte.

Veo mi conjunto de chandal y mi zapatillas deportivas, si voy a ayudar y a estar rodeada de niños lo mejor es que esté cómoda.

—Iré así.

Él asiente con una sonrisa.

—Le avisaré a Martha que también vas.

—No deberíamos almorzar antes, llegaremos a la hora de la comida.

—No te preocupes por eso. —Guarda un par de libros en una caja.




Dray y Tom conversan de todo un poco mientras estamos de camino al orfanato, me sorprendí al momento que tomó el camino a Santa Mónica, la última vez que los visité antes de que comenzara mi segundo semestre en la universidad estaban ubicados en downtown, pero por lo poco que me ha dicho Tom, solo fue un lugar temporal mientras adecuaban este.

No puedo evitar estar sorprendida al llegar a una entrada con una reja perfectamente ornamentada, donde nos detenemos para identificarnos. Veo una placa de metal donde se lee Orfanato St. James. Si eso no estuviera en la entrada jamás pensaría que este lugar es un orfanato. Seguimos en un camino rodeado de grandes árboles, es un lugar de ensueño. No se parece en nada al viejo lugar donde crecí. Y no es hasta que veo la mansión al final del camino que mi impresión no puede ser más grande.

—Wow —dice Dray apreciando el lugar mientras se estaciona.

—Los Carlton se pasaron con el lugar —comenta Tom—. Recuerdo haber estado alguna vez en este lugar en una fiesta.

—¿Los Carlton?

Tom se vuelve y asiente.

—Son los dueños de la naviera más grande de la costa este. Aunque también tienen inversiones aquí y allá. Conociste al más pequeño de la familia, Benjamín. —Ahora que lo menciona, recuerdo que me lo presentó, es hermano de Katharina Black—. Los Carlton comenzaron a hacer beneficencia a raíz de que adoptaran a Benjamín y por muchos años han sido la familia que más se ha preocupado por los niños sin hogar. Ellos crearon un programa de asistencia para que St. James pudiera brindar mejores posibilidades para todos.

SAGA LUX III | Los colores de TimaeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora