EPÍLOGO

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La lluvia cae como su estuviese a punto de ocurrir el segundo diluvio, en la historia de la humanidad. La gente corre de un lado a otro, intentando refugiarse de la tormenta, sin mucho éxito.

Por primera vez en mucho tiempo, los hermanos Pattersón están de acuerdo en algo, y ese algo es; beber hasta perder la conciencia. El menor lidia con la depresión de haber perdido a su primer hijo, antes de siquiera saber que existía, mientras que el mayor quiere beber licor hasta olvidar su nombre, porque una barbie, lo jodió de una manera sin retorno.

Ambos permanecen sentados al lado del minibar de su mansión, tomando un licor diferente cada que una de las botellas se acaba, lo importante ahora no es la salud, sino el olvidar y desahogar el dolor que cada uno siente, que aunque son diferentes tipos de heridas, las que están abiertas en sus pechos, duelen la de misma forma.

—Joven Abel —llama una chica castaña, la cuál no se atreve a dirigirle la palabra al mayor de los gemelos, ya que conoce su carácter lo suficiente para temerle— en la puerta los buscan unos policías.

—¿Nos? —pregunta Caín, creyendo que la torpe chica, se equivocó al usar el plural.

—Si, a ambos —contesta ésta con un poco de temor.

El menor de los gemelos se pone de pie, tambaleándose un poco, pero recomponiendose casi de inmediato, se alisa la camisa blanca medio abierta, que no se a quitado desde el entierro de la mujer, que fue tan egoísta al quitarle la vida a su hijo, y camina hacia la entrada.

Su hermano también se levanta, sin ningún tipo de problemas ya que el es más resistente al alcohol. Ambos se acercan a la puerta, encontrándose con dos oficiales, parados en la entrada de su hogar.

—¿Qué se les ofrece? —pregunta Caín, con un fastidio notorio.

—Necesitamos que declaren, en contra o a favor de Celeste Adams —ambos hermanos se quedan paralizados, y se miran el uno a otro— es la principal sospechosa del asesinato de April Foster, el pasado 10 de enero.

—¿Qué? —pregunta Abel desconcertado.

—Por favor, vengan con nosotros —ambos oficiales se dan la vuelta, caminando hacia la salida, mientras se cubren con una sombrilla.

Los gemelos se miran el uno a otro, hasta que terminan tomando sus chaquetas, saliendo detrás de los oficiales, y subiendo a la patrulla donde los llevarán a ambos, directo a la estación de policía.

A tan solo unos minutos de la mansión Pattersón, Ariana intenta cocinar algo para sus hermanos, mientras ellos corren por toda la casa, desordenando todo, sin importarles que sus padres estén encerrados en sus oficinas trabajando de manera virtual...

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A tan solo unos minutos de la mansión Pattersón, Ariana intenta cocinar algo para sus hermanos, mientras ellos corren por toda la casa, desordenando todo, sin importarles que sus padres estén encerrados en sus oficinas trabajando de manera virtual en sus computadores.

La castaña se divide entre cocinar, y terminar un trabajo muy largo, que debe entregar el lunes. Ha intentado distraerse con lo que puede, pero siempre viene el recuerdo de la tétrica escena, en la que encontró a una de sus amigas, colgada de las vigas del techo, con una soga atada a su cuello.

RESERVADA~TMD: 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora