11. All This Time

4.6K 497 302
                                    

1:03 “Todo este tiempo estábamos esperando por el otro, todo este tiempo estaba esperando por ti” —One Republic.

ASHLEY

Toma todo de mí no darle un puñetazo en la cara. Antes de irme a la universidad mi padre me advirtió que sería un mundo completamente diferente; es decir, que los chicos universitarios eran completamente diferentes a los compañeros con los que estudié en la secundaria. Pero ahora estoy sorprendida. ¿En qué mundo extraño y retorcido se le ocurrió que besarme de esa forma estaba bien? Mis entrañas se contraen al recordar su sabor, y me obligo a mantener la calma mientras pongo las manos en mis caderas.

—¿Qué estás haciendo aquí, Riley? —lo enfrento.

—Pasando un buen rato, obviamente —responde petulante, paseando la mirada por mi cuerpo—. Y ahora que te he visto la estoy pasando mucho mejor.

—¿Sí? —es increíble. Por mi tono y la manera en qué se acerca más a mi hasta que está prácticamente encerrándome en su enorme cuerpo, cree que todavía sigo interesada en él —. No sé qué es lo que pasa por esa cabeza tuya, pero definitivamente yo no estoy interesada en verte. ¿Acaso no te quedo claro después de la última vez?

Riley tiene que agacharse un poco para quedar a mi altura, y cuando lo hace, su aliento me golpea en la mejilla. —Oh, claro que lo recuerdo. Pero no te preocupes por eso, amor, todos nos ponemos nerviosos a la hora de tener sexo.

Sus palabras me golpean como una bofetada en el rostro. Él sonríe como si supiera exactamente lo que estoy pensando. A veces desearía que el golpe en mi cabeza hubiera acabado con mi memoria a corto plazo y no al revés, tal vez así podría olvidar con facilidad el momento en que decidí que Riley Evans era un buen partido. Si pudiera, regresaría a esa fiesta en la fraternidad y me daría una patada a mí misma por ser tan ilusa.

Mis dientes rechinan y la rabia hierve a fuego lento dentro de mí. Riley sigue parado frente a mis ojos como si fuera el rey del mundo, y siento que voy a perder la poca calma que me queda.

Presionando mi dedo en su pecho, espeto firme—: Primero que nada, en realidad necesitas entender el lenguaje femenino, amigo. No estaba nerviosa por tener sexo contigo. Yo no quería tener sexo contigo. Y esa es una gran diferencia. A menos de que no lo entiendas, te sugiero hacerte revisar los oídos.

Retrocede, sus cejas frunciéndose, pero sigo presionando. La gente a nuestro alrededor no se detiene para ver lo que está pasando, pero siento varios ojos en mi espalda, esperando mi próximo movimiento.

—En segundo lugar, lo que sea que haya pasado entre los dos terminó hace tiempo. Supéralo, por amor a Dios —ruedo los ojos—. Y no vuelvas a hacer eso de besarme. Nunca. ¿Entendiste?

Su boca se aprieta en una línea fina. No le doy tiempo de responder cuando camino tan rápido como mis piernas me lo permitan, tratando de llegar a la seguridad de la barra. En el instante en que estoy amarrando el delantal a mi cintura Nicol me da un codazo en las costillas para atraer mi atención.

—¿Quién es piernas largas? —pregunta, afilando su mirada a donde Riley está sentado ahora con otros jugadores del equipo de fútbol. Distingo la figura de Jay hablando con uno de ellos, ambos tienen la cabeza gacha y murmuran secretamente entre ellos.

—Nadie importante —le respondo.

—Parecía…intenso —dice Nicol —. Si necesitas ayuda pateando su trasero a la acera, solo mándame una señal.
Él puede ser alto y musculoso, pero es totalmente inofensivo fuera del campo de juego, puedo manejarlo.

—Lo tendré en mente —digo, deslizando una sonrisa en mi rostro —, gracias.

Sus ojos azules parpadean con simpatía y choca nuestras caderas.

Tres canciones para Ash ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora