Capítulo V

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Capítulo V

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Capítulo V

Wanda acarició suavemente el dorso de la mano de su hermano y suspiró, al ver lo pálido que estaba. Pese a su palidez, el sonido constante de la máquina de soporte vital le daba ánimos: no importaba nada más, Pietro seguía vivo y mientras viviera, aún había esperanza. Tarareó entre dientes mientras llevaba sus dedos a los sedosos cabellos castaños del chico. Recordó sus ojos esperanzados cuando lo admitieron en la universidad, el entusiasmo explosivo en su voz cada vez que la llamaba, el sonido de su risa, la fuerza y el calor de su mano sosteniendo la suya... Pietro era su otra mitad y no podía permitirse perderlo, no después de todo lo que había sacrificado por él. Un discreto golpe en la puerta la sacó de su ensoñación. Secó disimuladamente las lágrimas que se habían agolpado a sus ojos y se forzó a esbozar una sonrisa al ver a la enfermera que venía a revisar la evolución del chico.

⸺ Se ve cansada⸺ le comentó la mujer como al pasar y la chica se encogió brevemente de hombros.

⸺ No quiero dejarlo solo aún...⸺ respondió, observando los ágiles y precisos movimientos de la mujer mientras chequeaba los signos vitales de su hermano.

⸺ Debería descansar, señorita. Si usted enferma, ¿a quién tendrá él aquí para que lo acompañe? ⸺ le sugirió y entonces Wanda se fijó en lo joven que era. Su rostro era redondo y dulce, de rasgos delicados. Era muy bonita.

⸺ Lo sé, pero, la verdad es que me da miedo dejarlo solo⸺ la enfermera dejó escapar una risita y verificó que los antibióticos del suero estuviesen pasando correctamente.

⸺ Eso es muy común en las personas con pacientes hospitalizados. Lo veo diario, pero, debe saber que también usted debe cuidarse. Si quiere ser el pilar de su hermano, debe estar bien para él⸺ Wanda no pudo más que darle la razón. Era verdad, Pietro la necesitaba entera y la verdad, era que el cansancio estaba jugándole una mala pasada.

⸺ Iré luego a casa...⸺ respondió, rindiéndose a la realidad. Estaba agotada y sucia y tenía hambre. La enfermera sonrió y asintió, preparando una nueva tanda de medicamentos que pronto administró a través de las vías venosas que colmaban los brazos de Pietro.

⸺ Puede aprovechar ahora. Él debe descansar y, con los medicamentos que le acabo de aplicar dormirá por lo menos hasta mañana...⸺ le explicó, revisando que las mangueras no estuvieran torcidas mientras hablaba.

En ese momento, entró una auxiliar de enfermería a asear al chico. Wanda se puso de pie y salió al pasillo para darle privacidad, seguida de la enfermera. Ella posó una mano sobre su hombro y lo presionó suavemente, sonriéndole.

⸺ Vaya a casa, descanse. Mi turno termina dentro de unas horas y le prometo que la llamaré cuando salga para comentarle como sigue él, ¿está bien? ⸺ Wanda asintió y le devolvió una sonrisa cansada.

⸺ Muchas gracias, señorita...

⸺ Rebecca. Rebecca Martínez⸺ se presentó la morena y Wanda estrechó la mano que le extendían.

2 A.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora