Capitulo 18.
Quería besarle, saber aquella sensación. Pero no debía, él podía estar por Jennifer. Quería que mi primer beso fuera especial, y que nunca olvidara. Giré la cabeza para un lado.
-Dani no...Levanta por favor.
-Perdón.-dijo mientras se levantaba-.
Después me tendió la mano y me ayudó de levantarme del suelo una vez él estaba de pie.
-Esta vez ten cuidado al sentarte.-dije soltando una pequeña carcajada.
Al cabo de una hora, terminamos el trabajo, ya que él ya lo había hecho antes y sabía donde buscar.
-¿Que quieres hacer?
-No sé, es tu casa.
-A mi me gustaría ver la de Annabelle. Me la he descargado y estoy deseando verla.
-Bueno, vale.
Le cogí del antebrazo y le llevé al salón. Cogí mi portátil y lo conecté a la televisión.
Una vez conectado, me senté al lado de Daniel en el sofá.
-Yo aviso que soy muy cagón.
-Se ve, tranquilo.-dije riéndome- ¿Quieres que haga palomitas?
-No, que si me asusto luego las tiro todas.
Me reí.
-Que tonto eres.
Le dí al botón play del mando, y empezó la peli.
Llevábamos ya aproximadamente media hora de película. Me gustaba, la verdad.
-Pero vamos a ver. Hay que ser tonto para comprarse esa muñeca, por favor.-dijo Daniel, un poco histérico-.
Me gustaba verle asi, un poco asustado y nervioso por si le daba algún susto la peli.
Al fin terminó la peli. Daba miedo, estaba un poco asustada, pero me gustó, la volvería a ver. Daniel se quería hacer el valiente, pero en el fondo se asustó. Me había reído bastante aquella tarde.
-¿Vamos a dar una vuelta? Son solo las ocho.
-Vamos. Pero a ver si va a venir la muñeca y nos mata.
-Venga pesado. ¿En serio te lo crees?-pregunté con asombro-.
-No, pero he de reconocer que a dado miedete.
-Anda, vamos, ponte el abrigo.
Se puso su abrigo, yo el mío y salimos de mi casa.
-¿Quieres ir a mi casa con Jesús y Ainoa? Están allí, a su rollo.
-Vamos.
-¿Le decimos a Jenni que venga?
-Bueno. Como quieras.-dije muy seria-.
No quería que viniera. No quería que sucediera nada entre Daniel y ella. Pero no podía hacer nada. Asi que acepté. Él la llamó y fuimos hacia su casa. Llamó al timbre y abrió Ainoa.
-Hola guapos.-dijo dándonos dos besos-.
-Buenas.-dijo Jesús medio sentado en el sillón-.
Nos quitamos los abrigos y nos sentamos con ellos en el sofá. Hasta que volvió a sonar el timbre. Esta vez era Jennifer.
ČTEŠ
INCOMPRENDIDOS. |Pausada|
Nezařaditelné-Yo...Soy así porque me siento solo. O sea, a ver. -dijo él-. No estoy con mi hermano. Yo siempre he sido un chico muy sociable y bromista, pero es que si estoy sin mi hermano estoy raro. -Pero Daniel, tienes que tener amigos, es mejor. A tu herman...