Confianza

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Samantha

Después de dos horas jugando con Lucas, el pequeño cayó rendido en los brazos de Flavio, Samantha sabía que se aproximaba la despedida y aunque en el fondo eso fuera lo correcto y lo mejor, no quería.

No quería que Flavio volviese a irse, no quería revivir el duelo, quería acariciar su presencia, su recuerdo, el ahora.

Llevaba años esperando una respuesta, que volviera, era eso o no encontrarlo más. Ahora lo veo en cada esquina, en casa sitio que estuvimos, en los ojos de los demás, en la cuidad, en las calles, en las sonrisas, y es que el dichoso niño había vuelto a removerme las entrañas, y no quiero dejar de verlo, no quiero imaginarlo más.

-Quieres una cerveza?- le pregunte segura

-Vale, gracias Samantha- respondió el moreno sonriendo, y es que no sabía como pasar un rato con ella antes de que volviera a desaparecer pero parece que la chica se le adelantó, una vez más .

-Sam, que pasa con el padre de Lucas?- pregunto Flavio mirándola a los ojos

—No se por donde empezar-confesó la chica

-Sam si no quieres contármelo no pasa nada- dijo Flavio acariciando su mano

-Si quiero Flavio, confío en ti, y me vendrá bien desahogarme.
Rodrigo y yo siempre hemos sido inestables, en nuestros planes no estaba que naciera Lucas, pero cuando me enteré que estaba embarazada todo cambió, no dude en si tenerlo o no, ni una vez. Los latidos de su corazón me hicieron volver a vibrar, y sentir que tenía algo por lo que luchar me lleno de vida. Al contrario que a mi, a Rodrigo no le hizo especial ilusión, no te voy a mentir, nunca se a echo cargo de Lucas, pero el hijo de puta no me da la custodia completa, solo por la opinión de la gente, Flavio solo le grita y lo trata mal. Y eso es como si me  matara fla, a mi puede hacerme lo que quiera pero Lucas es intocable.
La semana pasada tuvimos una discusión muy grande porque Lucas no quería irse y claro es tenía que llevarlo a la fiesta del club para demostrar lo gran padre que era. Cuando volvió me contó que le pego una palmada en el culo porque no quería salir en las fotos.

Puedes imaginarte como reaccione y como me puse, es mi hijo, y nadie nunca lo va a tocar. Así que lo e denunciado y después de que varias psicólogas vean a Lucas para saber si miento o no, por fin mañana tendré la sentencia.

Sobre las 8/9 de la mañana me llamará mi abogado para informarme, y te juro que nunca e tenido tanto miedo.


La rubia acababa de confesarle todo a Flavio y como si leyera su mente y supiera lo que necesitaba Flavio la abrazó, la abrazó demostrándole amor, comprensión y apoyo.

-Todo saldrá bien rubia, eres la mejor madre que conozco, y nadie dudará de eso  - dijo el moreno depositando un beso en su frente

-Gracias Flavio, gracias por todo- y apostó su cabeza en el pecho de el, respirando cada espacio de pecho, absorbiendo su aroma, y entregando La Paz que su cabeza exigía desde días atrás.-No te alejes más Flavio, por favor- fue lo último que dijo la rubia antes de darle un beso fugaz, un beso lleno de miedo y de nervios.

El chico solo pudo sonreír y después de acariciar le la mejilla fue él quien se lanzó a sus labios para confirmarle que él tampoco quería alejarse, que se quedaría todo lo que pudiera y que se sentía igual que ella .

Y como si de dos adolescentes se tratasen se llevaron horas y horas riendo y contándose anécdotas de todos estos años, se llenaron de besos y caricias y se hicieron un poco más feliz el uno al otro.

Flavio

Eran las 3 de la mañana y lo que menos quería era volver a casa, Samantha no iba a poder dormir esta noche por los nervios y yo lo sabia, así que me propuse poner una película y desconectar del mundo un rato.

Con la película de fondo y el silencio sepulcral que había mis manos de deslizaron por su espalda, dejando caricias fugaces y besos delicados, Samantha se giró para mirarme fijamente a los ojos, y pude jurar que me perdí en ellos, que me absorbió, como su de brujería se tratase sus ojos me devoraron y me hicieron perderme.

La rubia depositó sus manos en mi nuca y me pegó más a ella, nariz con nariz, frente con frente, y respiración con respiración, el corazón se me saldría en cualquier momento, pude jurarlo.

Los besos empezaron a jugar una mala pasada y es que estaba empezando a notar como el calor subía por mi cuerpo , Samantha se levantó de golpe y el miedo estaba apunto de invadirme. Pero la chica cogió mi mano y estiro de ella sonriente, para después quedar a su altura y darme un beso con un pequeño mordisco para arrastrarme a su habitación.

El corazón se me salía, tenía las pupilas dilatadas, los mechones Rubio caídos por la cara, estaba excitada y yo lo estaba el doble, con un leve empujo me tumbo en la cama y se puso encima mía, definitivamente esto se estaba descontrolado, demasiado. Pero no iba a parar, no iba a volver a retener lo que siento por ella, nunca más .

Me deshice de su camiseta suavemente, observando cada lunar, cada constelación que formaban, la ropa sobraba y acabamos sin ellas en cuestión de segundos.

Mis manos recorrían su cuerpo, una y otra vez , sus labios besaban los míos con fuerza, con pasión, con amor y delicadeza, todo a la vez.

Con un giro acabe encima de ella, y después de que me sonriera y afirmara con la cabeza sabía lo que me pedía, y es que después de tanto tiempo volvíamos a estar unidos.

Sentía que bailaba por primera vez, nuestros cuerpos entrelazados, encajaban a la perfección y ahí estábamos, entregándonos en la batalla, sintiéndonos uno, después de tanto, volví a ser prisionero de la rubia, volví a vivir, a sentir el fuego.

-Te quiero, como jamas podré querer a nadie.

Esas fueron las palabras de la rubia mientras se mecían en la danza del amor, mientras se hacían uno, mientras se sentían piel con piel, no existía nadie más, y el fuego y la pasión hizo que estuvieran toda la noche entregándose el uno al otro.

Horas más tarde la rubia cayó rendida, y con la luz de la luna posada en su espalda Flavio observó cada lunar que horas antes había estado recorriendo y besando. Y es que acababa de vivir una guerra, una guerra de amor y caricias de fuego. Y más palabras de la rubia se repetían una y otra vez en su cabeza, le había dicho que lo quería, y él no respondió, no porque no sintiera lo mimos, si no porque sus ojos gritaron un y yo, y la chica lo entendido a la perfección, con Samantha siempre era fácil porque  ella lo entendía, no le había falta hablar, ella siempre sabría que quería decir cuando las palabras no salieran.

Y con la cabeza a min por horas sin asimilar todo lo que acababa de pasar decidió depositar su cabeza en el pecho de la rubia, ella al notarlo lo abrazó con fuerza y mientras Samantha depositaba pequeñas caricias en el pelo de Flavio este cayó en los brazos de Morfeo, dejando que este lo meciera y sintiendo La Paz que hacía años buscaba.

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HASTA AQUÍ EL CAPÍTULO DE HOY,¿Que os a parecido??????

RECORDAD QUE HOY A LAS 7 sale YO CON YO MISMO , y A LAS 6:30 FLAVIO ESTARÁ RESPONDIENDO A PREGUNTAS

Tal vez tú (Flamantha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora