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Después de una espera que pareció eterna, finalmente pudieron conversar con el Jefe de la Villa. Les reveló el origen de la espada, un hallazgo ancestral que había permanecido guardado por años, esperando a un portador digno.

—Las espadas que entregamos a los cazadores suelen cambiar de color, ¿verdad? Se supone que esta espada debería hacer lo mismo... pero a pesar de los años de búsqueda, nadie ha logrado cambiar su tonalidad —explicó el Jefe.

—¿Y no saben qué tipo de aliento representa? ¿Podría ser el aliento solar? —preguntó la joven.

El Jefe negó con la cabeza.

—No, hasta donde sabemos, no hay otro aliento principal.

—¿Qué tal el aliento lunar? —sugirió ella, con una chispa de curiosidad en sus ojos.

—¿Aliento lunar? —El Jefe, intrigado, ordenó traer la espada. Estaba en perfecto estado y llevaba grabado en kanji la palabra "Luna".— ¿Existe realmente ese aliento? ¿Eres capaz de usarlo?

Ella asintió, y el Jefe le entregó la espada, esperanzado de que reaccionara a su toque.

Con el corazón latiendo fuertemente, extendió su mano hacia la espada. Al contacto, un torrente de recuerdos inundó su mente, incluyendo unos ojos de color carmesí que la sobresaltaron. Finalmente, tomó la espada, recordando todos los estilos del "Aliento de Luna".

Para sorpresa de todos, la espada cambió a un profundo color negro.

—No es el color que esperábamos, pero ha reaccionado a ti —observó el Jefe, admirando la espada que había aceptado a la joven como su portadora.— He encontrado a la elegida —murmuró sonriendo.— Esta espada ahora te pertenece.

—Muchas gracias —dijo ella, conteniendo su emoción mientras entregaba el arma para que le colocaran su funda.

[...]

Al amanecer, se podía ver a la joven abrazando a Nezuko, mientras Tanjiro las rodeaba con sus brazos, formando una imagen que evocaba a una familia feliz. Sin embargo, no estaban solos en la habitación.

—¿Conoces al forjador de espadas Kanamori? —preguntó Muichirou, el pilar de niebla, sacudiendo a la joven.

—Espera —murmuró ella, sentándose y bostezando, aún con los ojos cerrados. Al abrirlos, se encontró con Muichirou frente a ella.—...Muichirou

Tanjiro se despertó de inmediato.

—¡Tokitou-kun! ¿Cómo has entrado?

—Por la puerta.

—Adoro tu sarcasmo —comentó ella, frotándose los ojos somnolientos.

—No, pero... no te sentí acercarte. Si hubieras venido con malas intenciones, lo habría notado.

—No lo haría si ustedes tuvieran malas intenciones... ¿Conoces a Kanamori?

—Sí, lo conozco... ¿Por qué preguntas? Creo que está con Haganezuka-san —respondió Tanjiro.

—Él es mi nuevo forjador. ¿Dónde está Haganezuka?

—¿Quieres venir a verlos con nosotros?

—¿Por qué te interesa tanto? ¿No tienes nada más que hacer? —preguntó el pilar algo confundido.

______ sonrió con amabilidad ante esto.

—Ayudar a las personas también puede ser útil al final del día.

—Y además... tenía ganas de ir a ver —añadió Tanjiro.

—¿Qué? —Muichirou parecía sorprendido.— ¿Qué acabas de decir?

Luna de Amor | Tanjiro Kamado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora