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03| Pagarás.

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Capítulo 03: Pagarás.

Caminé diez cuadras en tacones hasta mi apartamento, los pies me mataban, ya no podía. Pero mi sonrisa de satisfacción apareció al ver el edificio donde vivo. Entré en ésta y tomé las llaves, también me bebí agua helada y la llevé para el camino.

Fui hasta el estacionamiento del edificio y me monte en mi Mercedes para conducir hasta el club. Si de algo estaba segura, era de aplastar al hijo de perra de mi cuñado.

Ese bastardo no se las saldría con las suyas.

Estaba hecha furia, hasta sentía humos salir de mis oídos pero el enojo disminuía cuando recordaba que mañana saldría una gran mentira acerca de Josh. Me vale madres que sea el hermano menor de mi novio. Solo tenía que encontrar una buena mentira para armar escándalo y su trabajo como modelo, ya que descubrí que lo es.

Pero lo que tiene de lindo, lo tiene hijo de puta.

Al llegar me aparque frente al club, que esta noche sí que se encontraba con bastantes personas ricas.

Hice fila, por lo menos, más de media hora, hasta que por fin logro entrar. Intento buscar a mis amigos ya que los invité para no estar solo como la novia del festejado, pero no los encontré, así que fui hasta los baños, donde también abundaban bastantes personas aunque con menos escándalo.

Llamé a Anthony.

—¿Hola, Sidney? —preguntó tras la línea, oyendose barullo luego de su voz.

—Anthony, estoy en los baños de chicas, ¿dónde están ustedes?

—¡Ay, Sid, ven rápido que una zorra le está coqueteando a Chase hace más de una hora! —gritó.

—¡¿Qué?! —devolvi el grito, ganadome algunas miradas extrañadas de las chicas— ¿y él que mierda hizo?

Me encontraba bastante cabreada.

—Sidney, está ebrio hasta por el cielo, ¿qué crees que hace? ¡Obviamente no es apartarla!

—¿Dónde están? —pregunté bastante firme y demandante.

—Sube las escaleras en la zona VIP que yo te espero ahí —me contestó.

—Ok —colgué.

Nadie se metería con mi Chase. Salí de los baños, extremadamente cabreada, no solo por esto, sino por el estúpido de Josh.

A esa perra bien no le iría, llevo tanta furia en estos momentos que soy capaz de hasta montar un toro.

Subí las escaleras, pero antes de eso un imbécil hombre vestido de negro, regordete me pidió la entrada VIP, y yo, no la tenía, así que tube que salir del lugar y comprar una.

—¿Dónde estabas? —preguntó Anthony al momento que lo encontré donde me lo dijo— Mientras te encontrabas de pérdida, la maldita se le subió encima de tu novio.

—¡Maldita, hija de zorra! —chille— ¡¿dónde están?!

—Ven conmigo —me tomó de la mano y, a pasos apresurados me llevó hasta ellos— Ahí —me señalo, donde una rubia se movía sobre Chase, mientras él la acariciaba desde la espalda hasta el trasero.