My Only One 3 •Editando•

Capitulo 2

-Necesitas comer

Dijo Octavia en cuanto cerró la puerta principal detrás de ella

-No tengo hambre

-Hailey... tienes que comer, aun que sea un poco

-No tengo hambre... no tengo ganas de nada

-Hailey... si no comes me veré en la necesidad de hablarle a Alex para que venga

-¿Qué? ¡No!

-Lo haré si no comes

Fruncí el ceño, derrotada. No tenía energías para discutir con ella. Caminé hasta la mesa y abrí la bolsa de comida. El olor me golpeó y supe que eran tacos, de algún restaurante que probablemente había pasado camino a mi departamento.

Octavia se sentó en la silla frente a mí, apoyando los codos en la mesa mientras me miraba con esa mezcla de paciencia y preocupación que solo ella podía tener.

-¿Qué fue lo que pasó?

Preguntó en voz baja

-No quiero... hablar de eso

-Pero yo sí- su tono fue firme, pero no duro- Hailey, no quiero que te guardes las cosas. No estas sola, ¿entiendes?

Su mano cálida se posó en mi hombro, dándome un poco de fuerza

-Lo sé...- susurré, bajando la mirada- Es solo que... Liam se irá de nuevo a Ohio

-¿¡Que!?

Octavia abrió los ojos con sorpresa, como si no pudiera creer lo que escuchaba

-¿No te contó nada Jake?

-No he hablado con Jake desde ayer en la fiesta

-Se lo dijo a Jake en la fiesta... y yo alcancé a escucharlos

El silencio llenó la habitación por un instante

-Pero... ¿Por qué se irá?

Preguntó finalmente

-Por algo muy importante para él, pero... tengo miedo, Octavia. No sé si quiera seguir conmigo. Las relaciones a distancia son difíciles...

Mi voz se quebró y sentí cómo una lágrima caliente corría por mi mejilla.

-Tranquila...

Dijo abrazándome de inmediato, apretándome fuerte como si pudiera sostener mis pedazos rotos. Yo hundí la cara en su hombro, respirando entrecortada.

-Estoy harta de sentirme así... pensé que esto ya había pasado

Murmuré con rabia contenida

-¿Quieres... que hable con él?

-¿Qué? ¡No!

-Esta bien, esta bien

Levantó las manos en señal de rendición, con una sonrisa suave

-Solo... quiero olvidarme de él... al menos por el día de hoy

Octavia me observó en silencio por unos segundos. Luego, sin decir nada, recargó su cabeza en mi hombro. Ese gesto simple me arrancó un suspiro.

-Está bien-Dijo con voz tranquila- estoy contigo

Su presencia era un alivio. No necesitaba más palabras. No necesitaba que me dijera que todo estaría bien, porque yo sabia que ahora mismo no lo estaba. Pero tenerla aquí conmigo... me hacía sentir un poco menos sola en medio de todo este caos.